jueves, 14 de febrero de 2008

Espiritualidad Gnóstica

Propongo aquí una serie de pensamientos gnósticos, de espiritualidad gnóstica, por si pueden servir a alguien. Están sacados de las obras de un gnóstico actual. Daniel Meurois.

“La evidencia no requiere demostración; no es comunicable. Se propone, todo lo más; y el ser la recibe, cuando se encuentra en la encrucijada de la vida”

“No se aprisiona la luz en una institución, no se la hace sentar en un trono, pues es como un Soplo de vida que se vierte y se renueva sin cesar”

“...hay tan pocos que sepan amar más allá de las palabras, tan pocos que hayan sabido alejar la condición y la duda de su corazón...”

“El Sin Nombre no ofrece a unos más que a otros”

“No se ofrece voluntad a quienes no quieren ni elección ni voluntad...”

“Os digo que la libertad no brota más que de la pureza”

“... ¿Qué es el mal sino la ausencia de amor? ¿Qué es la noche sino la ausencia del sol?... lo mismo ocurre al alma endurecida por el odio, no percibe con claridad los designios del Padre”

“Te aseguro que el que ve un enemigo en el otro, contempla su imagen deformada en un espejo, se alimenta de sus rencores y se condena a vivir en las sombras”

“Aprende a admitir las diferencias, porque el oro espiritual no se impone...”

“¡Ven!”

“Los sonidos pueden ser portadores de silencio o de ruido, de paz o de guerra”

“(dice Jesús) El verdadero milagro, el único, es la vida que respiramos”

“Para manejar la ola de la vida, hay que ser el eterno amante”

“El Maestro molestaba, su seguridad incomodaba”

“... Pero has de saber que en ella (la carne que comes), como en cualquier otra cosa, absorbes una parcela de mi Padre, un grano de vida que ha germinado con amor y te ha sido dado con amor”

“Os lo afirmo:...todos los días de vuestra vida os alimentáis de mi Padre, que también es vuestro, tomáis su vida.”

“El que se dice persuadido es un juguete de su intelecto... el que comprende, en cambio, sabe, porque se ha sumergido en su propia esencia”

“Contemplaos,... vosotros que sois ya hombres y lo poseéis todo en vosotros”

“La diferencia que se mantiene voluntariamente ¡suele ser raíz de un orgullo inexpugnable! Si quieres que escuchen a la Divinidad que hay en ti, no expulses por completo lo Humano que le sirve de soporte”

“Sólo cuando os hayáis dado cuenta de lo Divino en vosotros, podréis fundir las dos nociones (lo dual, el bien y el mal...) en vuestro ser, superándolas por medio de vuestro amor”

“El Maestro hablaba a los hombres según el entendimiento de cada uno”

“Haced ahora que el amor sea vosotros mismos, entonces mi Padre obrará en vosotros, a través de vosotros...”

“Sabed que el que no quiere ser fuente, siempre tendrá sed...”

“Yo no deseo ser obedecido... ni mi Padre ni yo lo queremos. La obediencia tiene como único aliado el temor y el Eterno habla de amor; no desea más que una cosa: que lo reconozcas en ti; el resto es sólo consecuencia”

“Yo soy (Jesús) el que viene a romper las cadenas”

“Jesús no se consideraba ni de una época, ni de un pueblo”

“... un cuerpo y un alma que sufren siempre serán una ofensa a la naturaleza profunda de los mundos”

“No seáis ya más lo que creéis ser,... por hermoso que sea vuestro sueño sigue estando por debajo de la realidad. Convertíos en lo que sois en Esencia”

“Nuestra (de los discípulos, no sólo apóstoles, de Jesús) misión consistía en ayudar a todos a encontrar en sí mismos una sensibilidad olvidada”

“Los hechos que hoy llamamos milagros no eran consecuencia de una energía que se prodigara sin moderación, sino fruto de una fuerza que sabía adónde dirigirse y cómo hacerlo”

“Lo que yo os propongo no es poder, sino comprensión. Comprender es amar”

“Las piedras, las plantas, los animales son la prolongación de vuestra vida... en realidad son una parte de vosotros mismos... que es conveniente descubrir y ablandar con amor”

“Hermanos míos, ¡no sabéis amar! ¿Y eso por qué? Cuando hayáis encontrado la verdadera respuesta a esta pregunta, sin tratar de eludirla, entonces habréis recorrido más de la mitad del camino”

“Un espíritu realmente puro teje velos de paz”

“Obsequiándome con un cuerpo de hombre, mi Padre celeste me regaló también la libertad de hombre”

“Yo os muestro una vía de Hombre”

“Lo que no se ha comprendido suscita temor, fanatismo o árida devoción. Por eso os digo que no hagáis de mi un dios...”

“Jesús no será nunca un ser petrificado en una forma hierática, sin interrogantes, sin hambre, sin fatiga. Lleva consigo toda la fuerza cósmica, pero también la debilidad del hombre”

“Hermanos míos, no olvidéis tener grandes miras, porque todo es grande. Lo pequeño no tiene significado más que en la prisión de las conciencias reducidas”

“El Hombre perfecto no es otro que mi Padre y vosotros sois sus hijos, porque sois las partículas de su cuerpo. Él os llama hacia Sí para que crezcáis en conciencia de forma inconmensurable y os convirtáis en otros hombres perfectos...”

“La aclamación de Ramos fue el momento más crítico de la situación... Le estaban construyendo al Rabí Nazarita el trono de piedra que no deseaba...”

“El odio se alimenta de odio...Os digo, Hermanos míos, que no consolidéis las energías de quienes todavía no saben ver”

“Os digo que la cólera puede ser tanto una manifestación de amor como de odio”

“Todo lo que pueda ocurrir estará bien, porque habrá sido querido tanto por mi Padre, como por mi mismo”

“No os pido que habléis de Jesús (en la despedida de los 120 discípulos). Mi persona física no tiene mucha importancia... Lo importante es sentar las bases de una inmensa fraternidad fundada en el don mutuo y en la unión con todas las fuerzas de la creación. Lo esencial es que consoléis al hombre con vuestras acciones y con las palabras que el Padre ha puesto en mi boca. Recordad siempre esto: No es la persona de Jesús la que se dirige a vosotros desde hace tres años, sino una Verdad sin tiempo que se expresa a través de él... Os he llamado para que no construyáis dogmas en mi nombre o en nombre de mi Padre. El dogma es humano, pero ni él ni yo lo somos...enseñad nuestras obras y nuestra armonía... He aquí mi primer deseo: no creéis una religión más pensando en servir al Eterno. Su anhelo es que los hombres de la Tierra superen el concepto de religión, que lo transciendan a fin de encontrar su unidad primera. Enseñad a los corazones y a los espíritus el medio de derribar fronteras... Poned los corazones en comunicación con su verdadera fuente... Enseñad a las multitudes a fundirse en mi corazón, porque será una forma de fundirse con el Padre... Yo os digo que seáis de esos hombres que se reconocen por la luz que brota de su corazón... Haced comprender que mi vida es la de los hombres sin artificios que han encontrado sus raíces...”

“Cada uno de vosotros ha de volver a encontrar la claridad de espíritu, porque lo que ocurre en estos días (los de la pasión de Cristo) supera, con mucho, el entendimiento de todos nosotros”

“El amor no florece en la tristeza”

“Buscad en vosotros mismos la clave de todo lo que pueda suceder a partir de ahora”

“...El Maestro tomó una tortita, sopló sobre ella, la repartió entre todos nosotros. Luego,... vertió vino en una copa de piedra, la llevó a sus labios, y, a continuación, hizo que nos la pasáramos de uno a otro.”

“Habéis tomado mi sangre y mi carne –continuó el Maestro...- Os habéis alimentado de la doble energía que recibe el mundo; mi amor la ha situado en vosotros... En adelante actuaréis así en memoria mía. Enseñaréis a hacer lo mismo a todos los hombres que quieran caminar. Vuestro amor puro bastará para insuflar en los alimentos que distribuyáis un poco de la llama de toda vida; pero os afirmo, Hermanos míos, que si en esos instantes no se unen vuestro espíritu y vuestro corazón, entonces el acto quedará reducido a un simple símbolo. Lo que yo os pido no es ese símbolo, sino la creación de una fuerza de verdadera cohesión corporal y espiritual en los planos sutiles. Actuad de esta manera con los que quieran escucharos. No estéis atados a este tiempo y no os preocupéis en absoluto por el mañana”

“¿Cuánto habría que crecer para comprender?”

“En cuanto la muchedumbre lo vio aparecer por la esquina de la calle, se calló, estupefacta ante la presencia del Gran Rabí blanco al que tan mal habían comprendido y que, tan próximo al suplicio, desprendía todavía tanta nobleza”

“Tuve la confusa sensación de que éramos una multitud de corazones a cuyas puertas había llamado la vida y se habían empeñado en permanecer cerradas”

“...Vuestro camino es vuestro y debéis vivirlo vosotros solos, nadie puede hacerlo por vosotros...”

“¡Son los hombres mismos los que resucitan!... ¡Al fin resucitan a Cristo en ellos!”

REENCUENTROS después de la RESURRECCIÓN

”Os pido: Vivid y haced vivir. Sentid y haced sentir. Pensad y haced pensar. No impongáis lo que sabéis, pero haced amar la búsqueda de lo verdadero… Procurad vivir siempre en cada una de las palabras que pronunciéis. No pongáis límites a través de ellas; No les habléis de mí a los hombres… sino de mi corazón que duerme en ellos. Enseñadles, finalmente, a desear amar…” (Palabras del Resucitado)

“¡No esperéis de mí una fórmula liberadora ni una ética salvadora para huir de los males de este mundo! Lo que debéis hacer no es aceptar o huir, sino superar.” (Palabras del Resucitado)

“Mis palabras os llegarán a veces en lo profundo de vuestras noches, por encima de los mares y de las montañas, donde quiera que estéis”. (Palabras del Resucitado)

“Iremos , simplemente, tras el espíritu que Cristo ha insuflado… no llegaremos como reformadores, sino como aliados de siempre.”

“¿Qué se puede hacer en este mundo que no sea poco seguro? Siempre habrá hombres que deifiquen lo que no debe serlo, siempre habrá oídos que sólo oigan lo que quieran oír. He ahí por qué lo Verdadero está tan frecuentemente oculto.” (José de Arimatea)

“No existe interrogante del que no llevemos inconscientemente la respuesta, y seríamos mucho menos ciegos si comprendiéramos que todas las noches bebemos en una fuente cristalina.”

“Vi la Paz, la Paz que no era la de los hombres.” “Entonces me inundó una voz cristalina, más alegre que todas las que yo había conocido… Sé que no nacía de nadie. La fuerza que había en ella pertenecía al Tan Deseado. Era la que no inscribe la palabra “fin” en ninguna parte. Tenía un nombre, uno sólo, semejante a mil soles: AMOR.”

jueves, 7 de febrero de 2008

Antropología Bíblica

REFLEXIONES SOBRE ANTROPOLOGÍA BÍBLICA

EL HOMBRE IMAGEN DE DIOS

El hombre imagen de Dios en el AT.

Antes de abordar este tema conviene tener presente qué entiende la tradición bíblica cuando habla del "hombre".

a) Terminología antropológica hebrea

La cultura hebrea al hablar del hombre utiliza tres términos: basar, nefes y ruah. Ninguno de los tres tiene una traducción precisa a nuestras lenguas.

-. El vocablo basar significa originariamente la carne de cualquier ser vivo[1]. De ahí se pasa a significar al ser vivo en su totalidad en cuanto puede ser percibido por los sentidos, por lo que el basar sólo sería la manifestación externa de la vitalidad del ser.

También se emplea con frecuencia para designar al hombre en su totalidad[2], como ser entero, aunque la mayoría de las veces se emplea para designar tanto a animales como a seres humanos. Cuando se refiere en exclusiva al hombre la palabra basar conlleva en su significación una cierta sociabilidad o solidaridad[3], por ejemplo, la utilización del término kol basar, que expresa la solidaridad de toda la especie humana (Is 40,5). De igual modo la palabra sugiere una cierta debilidad tanto física como espiritual, debilidad inherente a la condición humana, y que se fundamenta en la dialéctica creador-creatura, que es la dialéctica bíblica, y no en la del alma-cuerpo.

-. La palabra nefes expresa la noción central de la antropología israelita[4]. Significó respiración y de ahí el aliento y el principio vital. Posteriormente pasó a significar la todo ser vivo, más particularmente al hombre[5]. La nefes es el centro vital inmanente al ser humano, la persona concreta animada por su propio dinamismo y dotada de sus rasgos distintivos, hasta el punto de que con este término se puede significar lo que hoy llamamos personalidad.

La nefes está afectada por un cierto nivel de corporeidad, así Isaías nos habla de que la nefes del hombre está vacía, cuando éste siente hambre (29,8), o bien que la nefes disfruta de los buenos manjares (55,2). No es extraño, por tanto, que tanto la palabra basar como la palabra nefes se utilicen como sinónimos[6]. Consecuentemente no podemos afirmar que las palabras nefes-basar correspondan al binomio alma-cuerpo, sino que ambas se refieren a la realidad total del hombre. Todo el hombre es basar, todo el hombre es nefes, y no el hombre tiene basar o tiene nefes.

La visión bíblica del hombre tiene, pues, una concepción integracionista y unitaria, no dualista ni tampoco monista. En definitiva es no-dualista

-. El término ruah se emplea en la cultura hebrea para destacar un aspecto de la realidad del ser humano que es don, a saber, "su apertura hacia lo trascendente". Por don de Dios el ser humano es portador del Espíritu de Yahvé y por lo mismo está abierto a lo sobrenatural[7]. Es “capax Dei”

A veces, se contrapone ruah a basar, pero ello no reproduce nuestra concepción espíritu versus carne, sino la dialéctica infinitud de Dios - finitud del hombre. El ser humano en cuanto basar es una entidad clausurada sobre sí y abierto sólo a nivel horizontal, pero en cuanto ruah también está abierto a lo vertical, a lo trascendente[8]. El hombre está llamado a dar respuesta a la palabra que Yahvé pronunció sobre él al crearlo.

b) Los relatos de la creación del hombre

b. 1) El relato yahvista; Gn 2,4b-25

Situación socio-cultural del texto.

La fuente yahvista (J) es más antigua que la sacerdotal (P), y como todas la viejas culturas no está preocupada tanto por el origen (la creación) del mundo, como por el del hombre. Antes de preguntarse por el universo el hombre se ha preguntado por sí mismo, y en el caso del J el problema concreto que se plantea es el de la existencia del mal en la historia.

El relato que nos ocupa está dividido en dos partes bien diferenciadas, que son los capítulos 2 y 3 del Génesis. En la primera se presenta a los protagonistas de esta historia inicial que nos explicará el por qué de la existencia del mal y en la segunda se desarrolla la trama argumental.

Para ello el hagiógrafo utiliza, ya lo sabemos, la multitud de relatos orales que existieron en la tradición de Israel, relatos independientes sobre la creación del hombre, de la mujer, del primer pecado, etc..., dándoles una unidad, que no siempre se realiza en el texto literal, pero sí en la línea de pensamiento que es lo importante. El persigue una visión unitaria y completa de la creaturidad del hombre y de la existencia del mal y lo consigue[9]. Así consigue ahormar en su relato todos los materiales que se dan cita en él, tanto los de origen hebreo, como los de origen foráneo[10].

El hagiógrafo está motivado sólo por una finalidad de tipo teológico: dar a conocer su visión de creyente sobre el origen de la raza humana y de la existencia del mal, y para ello echa mano de los recursos que la sabiduría de su pueblo y de otros pueblos ha mantenido en las tradiciones orales, dándoles un hilo conductor: el sentido religioso de la narración. Por lo dicho vemos que pretender una información científica sobre los orígenes de la humanidad sería totalmente improcedente.

Análisis de los puntos más importantes.

.- 2 vv.4b-6. El relato no trata de la creación del mundo, sino del origen del ser humano. El problema de la creación del mundo se plantea siglos más tardes por el autor del P. El centro es antropológico: "no había hombre que labrara la tierra".

.- v.7. Narración de la aparición del hombre sobre la tierra. La descripción responde a la experiencia de que el hombre al término de su vida exhala el aliento y se convierte en polvo, luego el hombre en cuanto ser vivo consta de estos dos elementos: polvo y aliento. Pero en manera alguna en la mentalidad hebrea el polvo se identifica con el cuerpo y el aliento con el alma, como hemos visto anteriormente. Esta identificación ha sido fruto de una posterior elaboración helenista (soma y psique). Más bien aquí el autor trata de la formación del ser viviente, que es el hombre, en dos tiempos, pero en manera alguna dice que el mismo surja de la conjunción de dos sustancias.

Es importante destacar el origen terreno del hombre en la mente del relator: adam = hombre, que procede de adamat = tierra, la tierra, el mundo no es un medio hostil para el hombre, sino que es su casa, su lugar de origen y de destino.

Dios aparece como el alfarero que da forma al ser humano, con lo cual se indica la dependencia del hombre con respecto a Dios, semejante a la del jarro con respecto al alfarero. El hombre depende de Dios, en el que tiene su origen y su fin.

Con esta descripción se hace constar el doble origen del hombre: celeste y terrestre[11].

.- vv.8-17. Descripción del jardín de Edén. El hombre es colocado allí por Dios para guardarlo y cultivarlo. En esta perícopa el trabajo físico no aparece como castigo por el pecado, sino como realización del hombre en su integración con adamat, con la tierra. Sabemos que en la mentalidad hebrea el trabajo físico no tiene ninguna connotación negativa, antes al contrario, pertenece a la misma realización del hombre. El desprecio por el trabajo "servil" pertenece a la antropología griega.

En estas palabras del Génesis aparece la visión de la creación como sistema abierto, teología estupendamente desarrollada por J. Moltmann en sus libros sobre el tema. La idea de un dominio despótico del hombre sobre la tierra es totalmente contraria a nuestro texto, puesto que el resultado del cultivo de la tierra es ser guardada por el mismo hombre que la cultiva, por algo él es el adam que procede del adamat y al que se dirige.

"Hay, pues, en nuestro texto una especie de sensibilidad ecológica implícita que se alza como instancia crítica de la hybris humana en su modo de tratar la naturaleza. Esta se la confía al hombre; es puesta bajo su tutela como la criatura menor de edad es confiada a su tutor, no como una propiedad es entregada al heredero dilapidador. El hombre abusará de la misión recibida cuantas veces separe los dos verbos con que tal misión fue formulada. Si el trabajo humano no es cuidado de lo que se trabaja tampoco será cumplimiento, sino traición de la orden divina."[12].

Pero la perícopa del paraíso no nos habla sólo de la relación hombre-tierra, sino también de la relación Dios-hombre vv.16-17. Dios impone un precepto al hombre, e imponiéndole dicho precepto hace ver al hombre que es el interlocutor válido ante Dios. El hombre no es objeto, sino sujeto, capaz de desobediencia y por lo mismo libre. La omnipotencia de Dios llega a su culmen en la creación de un ser capaz de negarle.

La relación entre Dios y el hombre no es la de una dependencia alienante, sino liberadora. En la comunión con Dios encuentra el hombre su fuente de vida, y su obediencia a Dios es la de una disponibilidad total para la vida.

Marx rechaza la idea de la creación del hombre como lesiva para la libertad humana. Este rechazo supone un desconocimiento total de la mentalidad bíblica, pues en tal dependencia es donde el hombre se realiza en su total identidad humana, en su total libertad. Sólo en la relación con Dios encuentra el hombre la realización plena y total de su libertad.

.- vv.18-20. En los versículos anteriores el Yahvista nos ha hablado de la relación del hombre con el mundo y con Dios, pero la creación aún no ha concluido, al hombre-varón le falta un interlocutor que esté a su altura, Dios es trascendente y el cosmos no está a su altura racional, por eso afirma el texto sagrado: "no es bueno que el hombre-varón esté solo". En los animales no encuentra la ayuda adecuada, son inferiores a él, por eso les impone un nombre, necesita una ser igual, no inferior, pero que a su vez sea distinto; igual en su humanidad-singularidad en la creación, y diferente al varón, pues de lo contrario no podría ser su complemento. Para ello presenta a Dios infundiendo en el varón un profundo sopor, (el sueño es en el mundo bíblico el terreno de la revelación de Dios), para mostrar que el varón no puede participar en la creación de la mujer, puesto que ella es puro regalo divino, pura gratuidad de Dios.

El texto nos dice que de la costilla del varón fue formada la mujer con la intención de manifestar cómo la atracción que el varón siente por la mujer es porque la siente y vive como su mitad. Y a la inversa la atracción de la mujer por el hombre obedece a la misma realidad de la creación. Son el uno para el otro, realizándose como un todo en el encuentro interpersonal entre ambos.

.- vv.22-24. Dios lleva a la mujer ante el varón y éste descubre a su compañera, aceptándola libremente como su tú. Por ello la saluda con un himno de alegría y acción de gracias: ¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne!...Por eso el hombre abandona a su padre y a su madre y se une a su mujer y se hacen una sola carne. Misterio que en la realización cristiana llegará a su plenitud, porque, cuando en el matrimonio el varón y la mujer se unen, forman un solo cuerpo y es el cuerpo de Cristo.

.- v.25. Acaba el relato J de la creación de la mujer con la expresión: "Estaban los dos desnudos sin avergonzarse", con la que prepara el desencadenamiento del drama que va a seguir, el pecado y sus consecuencias en la mente del hagiógrafo.

b. 2. El hombre en el relato sacerdotal: Gn 1,26-2,4a

El relato de la creación del hombre nos lo narra el autor P al final del de la creación, como plenitud y cumplimiento de la totalidad, sin que ello sea óbice en absoluto a que el mismo hecho de la creación tenga un futuro abierto[13].

"Y dijo Dios: Hagamos a un hombre..."(26). El hagiógrafo introduce en este versículo una forma nueva. Hasta ahora Dios ha hablado dando órdenes: "Y dijo Dios: Hágase la luz...", ahora en lugar de una orden, que se cumple de inmediato, Dios expresa un deseo, un proyecto. Proyecto que visto desde la perspectiva histórica del cristianismo, lo vemos realizado en Jesús de Nazaret, resucitado de entre los muertos, y que se anuncia como misterio de realización para todos los pueblos en el nuevo designio (he kainé diazéke) de la cena eucarística. La existencia del ser humano sobre la tierra obedece a un proyecto divino, no a una orden como el resto de la creación.

Otra cosa que llama la atención en este versículo 26 es el plural que utiliza el verbo: "hagamos". Se han dado muchas explicaciones a este hecho, como el que sea una expresión del misterio de la Trinidad, que se trate de un plural mayestático, etc... Pero la explicación más aceptada actualmente es que se trate de una reminiscencia del politeísmo que en ciertos pasajes del Génesis aún existe[14]. El relato popular que recoge el hagiógrafo, representa al dios principal rodeado de una serie de dioses secundarios[15].

Al hablar del hombre el P utiliza la expresión haadam, que significa a la humanidad, no a un personaje llamado Adán. Es un término de significado colectivo, de ahí que el versículo continúe utilizando el verbo en plural: "que ellos (haadam) dominen los peces del mar,..." El relato está, pues, hablando desde la perspectiva religiosa de la existencia de la humanidad sobre la tierra sin más.

El proyecto de Dios es hacer a la humanidad a su imagen y semejanza. La visión del hombre como imagen de Dios sobre la tierra no es del todo exclusiva del pueblo hebreo, ya el faraón en Egipto es considerado imagen de Dios en la tierra, y hasta verdadero Dios. En cambio, sí lo es el considerar a la humanidad entera como tal imagen, que además no desaparece con al aparición del pecado, porque el hombre postdiluviano es imagen de Dios (Gn 9,6). Se han dado muchas interpretaciones a este tema, nosotros recurrimos a la misma Biblia para buscar una. El Salmo 8,6 nos dice: "Lo hiciste poco menos que Dios..." El ser humano es, por tanto, el lugarteniente de Dios en la tierra, su representación en el cosmos, aunque toda esta visión llegará a su plenitud en la dimensión que el hombre adquiere desde la iconicidad de Cristo. De todas maneras luego trataremos el tema más detenidamente.

.- v.27. Es el único versículo expuesto de forma de poema por el P, y en él se insiste en la dimensión de creaturidad del hombre con respecto a Dios, tres veces se repite en hebreo la palabra bara = crear. Es de destacar la clara afirmación de que el ser humano en la sexualidad se realiza como imagen de Dios..." a imagen de Dios lo creó; varón y hembra lo creó." El ser humano se realiza como tal en la bipolaridad sexual, también en cuanto sexuado, en su propia humanidad relacionada con el otro sexualmente diverso, es imagen de Dios.

.- v.28. En esta bendición se manifiesta la índole relacional del ser humano, que tan sólo se realiza como tal en la bipolaridad sexual, en el encuentro con el tú, pues tan sólo en el encuentro con la pareja el hombre se hará multitud, dejará de ser individuo. Así como su índole social, pues tan sólo cuando el adán se haga adamat, se haga pareja, familia, sociedad podrá llenar la tierra y someterla (en el sentido bíblico ya expresado de ser imagen de Dios en el cosmos y no déspota arbitrario que lo destruya).

vv.29-30. En estos dos versículos se presenta a Dios instaurando para todos los vivientes un régimen vegetariano, que es el que en la mentalidad bíblica del AT regirá en la edad escatológica (Is 11.6-9; Ez 34,25). Más tarde Dios dará a Noé (Gn 9,1...) un régimen ya no vegetariano, porque de la mano del hombre ya habrá entrado el pecado en el mundo y por lo tanto la realidad escatológica será algo por conseguir, no conseguida.

El hombre imagen de Dios en el NT

En el NT el lenguaje sobre la imagen de Dios es cristológico y no antropológico. Cristo aparece en él como la verdadera Imagen de Dios y a su vez como cumbre del ser humano. Así la creación "a imagen y semejanza" pasa a ser la creación "en Cristo". Y en Cristo toda la creación, que no es sino promesa profética sobre Cristo, deja de ser la palabra sobre Dios, para ser la palabra de Dios.

El lenguaje antropológico en Pablo

Los escritos paulinos suponen que el hombre es imagen de Dios, porque fue creado para que apareciera Cristo. Adán no es sino una promesa profética de Cristo[16]. Toda la creación ha de ser releída a partir del Cristo resucitado.

Como consecuencia de esta idea central Pablo afirma constantemente en sus cartas que el hombre he de desnudarse del viejo Adán y revestirse del Nuevo. Se trata en su lenguaje de un abandonar lo viejo e ir convirtiéndose a lo nuevo.

Podríamos resumir su terminología sobre el hombre en una palabra: "metanoia" conversión de lo viejo hacia lo nuevo, palabra que conlleva un cariz no sólo moral sino también ontológico y sobrenatural o gratuito.

El lenguaje antropológico de Juan

Juan utiliza las palabras: verdad, vida, palabra, camino,... para hablar del hombre como imagen de Dios. Y lo hace utilizando la unidad de palabras y la dualidad de significados: verdad, Verdad; vida, Vida,... En esta utilización hay sin dudas una gran influencia platónica: la Verdad, y su participación: la verdad,...

Cristo resucitado, ya desde su encarnación, es la Verdad, la Vida, la Palabra, el Camino, y el hombre es verdad, vida, palabra y camino, que han de convertirse también en Verdad, Vida, Palabra y Camino.

Cabe evocar aquí aquellos versos de Pere Casaldáliga: "donde tú dices paz, yo digo Dios...Donde tú dices Dios, yo digo libertad, justicia y amor". Si Dios no fuera libertad, justicia, amor,... sería una palabra vacía de contenido, pero si no existiera Dios (Cristo) todo lo humano carecería de realidad.

Comparación entre Juan y Pablo

Juan en su terminología parte de la experiencia (que él ha vivido) de plenitud en Cristo, por tanto nos está hablando de la meta a la que el hombre, como imagen ha de llegar: la divinización. Pablo, en cambio, que también habla desde su propia experiencia de converso, lo hace desde el hombre como realización, o sea, la hominización como meta de la imagen, hominización que ha de llegar a Cristificación, o sea, a su Plenitud, pues Cristo no es sino el hombre totalmente realizado.

Ambos lenguajes son legítimos y complementarios. Los Padres griegos, siguiendo el lenguaje de Juan llegarán a afirmar que Dios se hizo hombre, para que el hombre se haga Dios. Occidente, más paulino, elaborará otro axioma: Alguien tan auténticamente hombre como Jesús, sólo podía ser Dios. Hablar solo de humanización es un reduccionismo peligroso, hablar sólo de divinización puede ser abstracto y descomprometido, por eso ambos se han de complementar.

Reflexión teológica sobre la imagen

Entrar en este tema nos puede ayudar a entender un poco más nuestra propia realidad antropológica, viendo cómo no es lo mismo finitud que cerrazón. Así el ser creatura, al menos al tratarse del hombre, que es imagen, es hablar de limitación, pero no necesariamente de conclusión. El hombre por ser imagen está abierto al absoluto.

La teología en su ya larga historia ha dado muchas respuestas a este tema, unas de carácter material, que enumeraremos, y otras de carácter más formal.

a) Respuestas de carácter material

.- La figura erguida.

.- Ser racional.

.- Imagen de Dios sólo en su alma.

.- Señor y dominador del universo.

.- Ser sexuado en cuanto comunión de personas.

.- Es un ser libre. "Dejó en nuestras manos hacernos semejantes a El" (Gregorio de Nisa).

.- Ser con afán natural de inmortalidad.

b) Respuestas de carácter más formal

Las caracterizaciones formales intentan marcar las actitudes con que debe mirarse todas las caracterizaciones materiales, englobándolas, por tanto.

b.1.- La imagen de Dios implica la dignidad de la persona humana. Por ser el ser humano imagen de Dios tiene una grandeza no manipulable bajo ningún concepto. El hombre es un misterio enorme, que implica un respeto total. Este respeto ha de comportar incluso no imponer al hombre "el don que consideremos mejor para él", ni siquiera el amor se le puede dar sin contar con él, porque no se le puede hacer nada sin contar con su libertad, aunque él mismo haya querido prescindir de la misma.

Ese respeto a la libertad ajena es aceptar la imagen divina en el otro. "Ese aceptar que el otro es más misterio impenetrable que estructura manipulable...equivale a testimoniar una chispa divina en los otros, es una conducta ante los demás que puede llamarse religiosa en el mejor sentido del término. Ahí radica la única verdadera recuperación de la sacralidad, y no en la fabulación de falsos espacios sacrales, útiles para dar poder a sus dueños. Si obramos así con los demás, no por temor ni por comodidad, sino porque algo nos lo exige desde dentro, estamos confesando que hay en el misterio de los demás una verdadera imagen de Dios"[17]

b.2. -La imagen de Dios implica la responsabilidad de un dinamismo infinito. Todo el mundo acepta, incluso por propia experiencia, que el hombre tiene un corazón inquieto. El ser humano siempre está insatisfecho, siempre busca algo más, sea en lo que sea, en el amor, en el dinero, en la política, en la mística,... Y nosotros al afirmar que el hombre es imagen de Dios, aunque deteriorada por el pecado, decimos que el fin o término de esta inquietud es Dios[18].

Pero esa tendencia hacia el Absoluto, no sólo es atracción, sino también miedo y rechazo, es fascinación y vértigo[19]. El hombre de nuestra sociedad pretende eliminar esa inquietud de su corazón. En este sentido apuntan muchas filosofías y actitudes sociales en nuestros días, de entre ellas destaco la llamada "cultura de la increencia". El núcleo central de dicha cultura, estupendamente manifestada en el libro de Tierno Galván: ¿Qué es ser agnóstico?, es la actitud de no preguntarse si existe Dios, no ya de no saber si existe o no. Y para ello el ser humano ha de instalarse cómodamente en su finitud, eliminando toda insatisfacción humana, por legítima que pueda parecer. Toda aspiración o inquietud que pueda sacar al hombre de su perfecta instalación en la finitud ha de ser rechazada como enfermiza, "cualquier insatisfacción de lo finito ha de ser rechazada como enfermiza, pues en ella está implícita la pretensión de algo más"[20]. Para él toda insatisfacción del hombre ha de proceder necesariamente de la no instalación en la finitud, en una palabra, en el mundo ambiente.

Frente a esta postura de la cultura de la increencia está la de los teólogos creyentes, quienes afirman que el hombre está transido de infinitud. Por ello se ha de afirmar que si la obra del hombre exige una circunstancia ambiente más allá de toda finitud, sin dudas lo que el mundo ambiente es para el animal, eso es Dios para el hombre.

De todos modos, lo que el agnosticismo actual está pidiendo a los creyentes es su compromiso por la transformación del mundo en el que vivimos. La única manera de comprobar si el hombre queda totalmente satisfecho instalado en este mundo, es empezar por arreglarlo, eliminando codo con codo con todos los hombres toda la imperfección de la finitud. Y esto más aún, si en cuanto creyentes, tenemos en cuenta que se trata de un compromiso obediente desde la perspectiva escatológica.

Y una vez situados en dicho compromiso preguntarnos y preguntar al agnóstico: ¿Hasta qué punto desde la perfecta instalación en el mundo es posible dar respuesta a la utopía del hombre? Porque la imagen de Dios que es el hombre lleva dentro de sí un dinamismo que la impulsa hacia la infinitud.

b.3.- La imagen de Dios implica una nueva modalidad del acceso a Dios. Con ello se quiere decir que todo en el mundo aspira a Dios como Creador, pero en el hombre todo aspira a Dios como Meta y además como fuerza que arrastra hacia la misma. El hombre proyecta, no sacando fuera de sí lo que ya tiene en sí, sino buscando fuera de sí (en cuanto individuo) lo que ya tiene en sí como persona, pero de manera borrosa.

Es la imagen que busca el arquetipo. Así todo lo que el hombre busca en la horizontalidad tiene una dimensión de trascendencia, de infinitud, "el impulso del hombre está integrado en un horizonte de infinitud"[21], porque lo más íntimo que ese hombre busca es la autocomunicación con Dios. Así este aparece no sólo como lo trascendental y lejano, sino como el interlocutor cercano, que se comunica gratuitamente. Dios no es sólo la Causa trascendente, sino el ABBA que te ama y cobija. Y después de la experiencia de Jesús de Nazaret, esta cercanía, es más intimidad e identidad del totalmente Otro es el dilema que ha de vivir el hombre creyente.

Viviendo esta cercanía-distancia infinita de Dios, el hombre aprenderá a verlo todo con los ojos de Dios, dándole un contenido sacramental a las cosas, dándoles nombre a todas ellas[22].



[1] Lv 4,11; 26,29. Is 22,13.

[2] Jb 34,15. Jr 17,5.

[3] Véase Imagen de Dios. J.L. Ruiz de la Peña. Pag 21.

[4] Cfr. Imagen de Dios. o.c. Pag. 22.

[5] Lv 23,30. Jb 16,4.

[6] Jb 14,22. Sal 16,9.. 84,3...

[7] Jb 33,4. Sal 33,6; 51,12..Is 31,3. Ez 11,19.

[8] Véase El Futuro de la Creación. J Moltmann. Sígueme.

[9] Véase Imagen de Dios. o.c. Pag.27...

[10] El texto tiene claras influencias de la epopeya de Gilgamés. Véase Edén y Paraíso. Errandonea. Madrid 1966.

[11] Véase El camino, la verdad y la vida. o.c. Pag. 45...

[12] Imagen de Dios. o.c. Pag.33-34.

[13] Véanse las obras de J. Moltmann sobre el tema, sobre todo el Futuro de la Creación, a la que más adelante aludiremos.

[14] Gn 3,22; 11,7.

[15] Vea. Imagen de Dios. o.c. pag. 40.

[16] Véase Myterium Salutis II, 2, pag. 904.

[17] Proyecto de Hermano. González Faus. Pag. 101.

[18] San Agustín, Confesiones I,1,1. "Fecisti nos, Domine, ad te et inquietum est cor nostrum donec requiescat in te".

[19] El camino, la verdad y la vida. A. Goettmann. Cap. 1.

[20] ¿Qué es ser agnóstico? Pag. 51.

[21] Proyecto de hermano. o.c. Pag. 109.

[22] Gen 2,19.