miércoles, 22 de julio de 2009

Resumen del libro: "Breve historia de todas las cosas"

Coloco ahora en mi blog el resumen, que he hecho, de un libro muy interesante para una visión espiritual actual. Se trata del libro de Ken Wilber “Breve historia de todas las cosas”, el libro es un resumen que el mismo Wilber hace de su obra magna “Sexo, ecología y espiritualidad”. Fue editado en EE.UU. en 1996 y en España en 1997, hace ya diez años. En este tiempo, como es lógico, el pensamiento de Wilber, como el de todo pensador, que además es un contemplativo de primer orden, ha ido evolucionanado hacia posturas cada vez más abiertas e integrales. Hoy está muy interesado en una espiritualidad postmetafísica. Él mismo distingue las distintas etapas de pensamiento por las que ha pasado su vida, desde Wilber I hasta Wilber V, de momento.
Tener un pensamiento definitivo es un error contra el mismo pensamiento, es destruirlo. El dogma, o pensamiento último y definitivo, (que no es, o ha de ser, sino una formulación doctrinal de una experiencia contemplativa, que no es el dogma) no es razonable y sólo puede responder a una mente que está entrelazada entre las redes del infantilismo, además de que sólo puede ser válido para un tiempo determinado, nunca para siempre. Los pensadores, liberados de una sumisión a una estructura, o sea, los no ideólogos, no pueden aceptar los dogmas, y sus pensamientos siempre avanzan y evolucionan, como es el caso de Wilber y miles y miles... Hasta los místicos, que hoy aparecen como modelos de cristianos, tuvieron muchísimos problemas con los dogmas y con sus perros guardianes: los inquisidores, cuando no fueron condenados totalmente por ellos (Giordano Bruno, Eckhart, Lutero, Savonarola, ...)

Mas, pese a su evolución, todos los libros de Wilber tienen una validez que ha de ser tenida en cuenta, los temas por él abordados son suficientemente inspiradores para que muchas personas reflexionen sobre ellos y puedan incluso aplicarlos a su propia vida. Sus ideas deben ser tenidas en cuenta en cualquier debate académico y social que gire en torno a la cultura, la religión, la política...

Por estas razones oso colocar el susodicho resumen en este blog.



“”HISTORIA DE TODAS LAS COSAS
Ken Wilber



Advertencia al Lector


En este libro K.W. describe de una manera sistemática y comprensiva el camino de la evolución de la consciencia.. W afirma que una determinada formulación de la verdad puede ser válida sin ser completa, puede ser cierta pero sólo en la medida en que funciona y debe ser considerada como una parte de otras verdades igualmente importantes.

Los cuatro cuadrantes.

Individual – interno Individual – externo
Subjetivo Objetivo
El lenguaje del ello
El lenguaje del yo





Social – interno Social - externo
Cultura Objetivo
Intrasubjetivo Lenguaje del ello
El lenguaje del nosotros




Ninguna de estas formas de verdad puede ser reducida a las demás.
Es cierto que la verdad nos hace libres, pero sólo si reconocemos la existencia de más de un tipo de verdad.
“El proceso evolutivo sigue su camino y el Espíritu se halla en (es) el mismo proceso”
El mensaje de Wilber constituye un acontecimiento infrecuente. Se niega a considerar que todos los elementos compositivos son iguales.
Este libro es una introducción a su obra.


Advertencia al lector

Este libro trata de “Dios, de la vida, del universo, de la Totalidad de las cosas”
Los capítulos primeros tratan del cosmos material y de la aparición de la vida.
Los capítulos intermedios investigan la emergencia de la mente o consciencia (a través de los distintos estadios).
Después trata del dominio de lo divino y su posible relación con las fuerzas creativas de la materia, de la vida y de la mente ¿Cómo y por qué la religión ha dado lugar históricamente a la psicología? ¿A quién confiamos en última instancia las cuestiones que realmente nos importan?
Los últimos capítulos tratan del colapso del Kosmos. ¿Dónde está Dios y la Divinidad en las aguas cenagosas en que nos movemos? ¿Cuántos caminos nos quedan todavía por recorrer? Todos nosotros sabemos de ese asombro que nos habla en el lenguaje del Dios interior y que, de modo inexplicable, nos señala el camino del regreso al hogar.

Introducción

Un tema fundamental: la sexualidad y su relación con el género. Sexo = aspectos biológicos de la reproducción humana. Género = aspectos culturales que se basan en las diferencias sexuales biológicas.
Sexo: Hombre (varón) y mujer; género: masculino y femenino.
Las diferencias sexuales son interculturales y universales, las de género, no, son culturales.
Se han de transformar los roles de género, no los de sexo, que no pueden ser transformados. De todos modos existen ciertas constantes de género que tienden a perpetuarse en culturas muy diversas. Existen grandes diferencias entre la esfera de los valores masculinos y femeninos. Se trata de reconocer las diferencias y no explotarlas como privilegios, sino valorarlas por igual, no equipararlas.
Parece que en parte esas diferencias se asientan en diferencias hormonales. Testosterona (fornicar y matar) y oxitocina (sentimiento de identificación: nutrir, sostener, tocar)
La cultura puede ir cambiando aspectos culturales atávicos, por ejemplo el hombre sensible. Hormonalmente el varón no lo es, pero puede ser educado. El hombre tiende a ser autónomo, individualista…
La mujer para ser autónoma ha de ser educada.
La evolución pone siempre los límites más allá y una vez conseguidos, los rompe, los transciende para poner otros límites. Transcender e incluir.
Las formas culturales, incluido el patriarcado, de la historia han sido concreación de hombres y mujeres. Hay que considerar el status de los hombres y mujeres en cada uno de los estadios de la consciencia humana.
Hay que determinar cuáles son las constantes biológicas y luego estudiar las distintas formas en que estas diferencias biológicas se han ido desarrollando a lo largo de la evolución cultural.

Existen ciertas pautas comunes que conectan la materia, la vida, la mente. Existen también los estadios superiores de la evolución, los llamados espirituales. La evolución es el Espíritu en acción. El Espíritu no es un estadio particular, una ideología concreta, ni el dios preferido, sino la totalidad del proceso de desarrollo… Los estadios superiores son aquellos en los que el Espíritu deviene consciente de sí mismo. Y a la vez nos proporcionan ciertas pistas sobre lo que la evolución colectiva nos depara el día de mañana.
Las grandes tradiciones espirituales del mundo caen en dos campos diferentes: Espiritualidad ascendente y descendente

Ascendente. Fuera del mundo, ascética, futuro… Ha sido la vía hasta la modernidad.
Descendente. Inmanente, la diosa Gaia, la Naturaleza… Desde la modernidad.

El mundo chato del camino descendente: el materialismo, la ecología profunda, la industrialización…
La integración de ambos caminos es la tradición no dual.
Los caminos exclusivamente ascendente o descendente fragmentan el Kosmos, fomentan la violencia tratando de someter al otro bando. Pero integración no es confrontación.


Cap. 1. La pauta que conecta

Este libro trata de una breve historia de todo basada en las generalizaciones orientadoras. Y todo se ubica en el contexto de la espiritualidad. Prestaremos atención a los cinco o seis grandes estadios que ha atravesado la evolución de la humanidad.
Una generalización orientadora es una verdad amplia y general procedente de los diferentes campos del conocimiento humano, sobre las que existe muy poco desacuerdo. Por ejemplo, en el desarrollo moral se está de acuerdo en que se atraviesan tres grandes estadios: preconvencional, convencional y postconvencional.
Con estas generalizaciones orientadoras se puede construir un amplio mapa orientador del lugar que ocupan los hombres y mujeres en el universo.

El Kosmos

Se trata del Kosmos pitagórico que incluye el cosmos o fisiosfera, el nous o psique (noosfera) y la theos (teosfera).

La autopoyesis, característica del Kosmos.

Los veinte principios: la puerta que conecta.

Principio 1º La realidad está compuesta de holones y nada más que holones: totalidades/partes.
El camino tanto hacia arriba como hacia abajo no es más que holones. No existe una totalidad que a su vez no sea una parte de otra totalidad superior.
Descubrir lo que todos los holones tienen en común nos permite vislumbrar lo que tiene en común la evolución de todos los holones. Esto es, los veinte principios.

Principio 2º Individualidad y comunión, autotranscendencia y autodisolución.
En cada holón existen dos impulsos: como totalidad tiene que conservar su individualidad, su autonomía, si fracasa, deja de existir. Es la individualidad. Como parte debe adaptarse debe adaptarse a otras partes para formar la totalidad. Es la comunión.
Ambas son capacidades horizontales
Las capacidades verticales son autotranscendencia y autodisolución.
La autodisolución se realiza en el sentido opuesto en el que el holón se creó.
La autotranscendencia: nadie cree hoy en la validez del principio de la selección natural para explicar la evolución. Se dan muchas transformaciones múltiples y no letales… no es que no se dé la selección natural, pero se da en los holones que ya se han transformado, no como causa de la transformación.
¿Por qué de las moléculas inertes surge la célula viva? Todo el mundo habla de evolución cuántica, de evolución puntuada, de evolución emergente.
Es innegable que las transformaciones ocurren (miles de mutaciones no letales simultáneas). Por eso llamamos autotranscendencia a este proceso que tiene la asombrosa capacidad de ir más allá de donde antes se encontraba.

Impulsos horizontales: Individualidad y comunión
Impulsos verticales: Autotranscendencia y autodisolución

El resto de los principios consideran lo que ocurre cuando estas fuerzas actúan entre sí.
El proceso de autotranscendencia opera a través de discontinuidades, de modo que impide que la mente sea reducida a bios, la vida a materia inerte…El proceso de desarrollo mantiene unido el Kosmos convirtiéndolo en un universo.

Principio 3º Emergencia creativa
La evolución es un proceso de autotranscendencia que va siempre más allá de donde estaba. Así aparecen nuevas entidades, brotan nuevos holones. El Kosmos parece desplegarse en saltos cuánticos de emergencia creativa.
Si se analiza el holón en sus partes constitutivas, lo que se tiene son partes, no es la totalidad. Es un reduccionismo.

¡Creatividad y holones, estas son las categorías básicas que deberíamos tener en cuenta antes de pensar en cualquier cosa!
Creatividad: Espíritu, Vacuidad, holones… es el sustrato metafísico, el fundamento último de la realidad.

El Big Bang ha convertido en idealista a todo aquel que piense. Primero, no hay absolutamente nada; luego aparece el Big Bang y aparece algo. Muy extraño, del vacío emerge todo el mundo de lo manifiesto, y empieza el tiempo. Esto acaba con el estúpido azar, que para poder hacer algo necesita un tiempo infinito, pero el Big Bang nos dice que el tiempo empezó hace unos doce mil años. Con este tiempo según los cálculos de Fred Hoyle y F.B. Salysbury ni siquiera el azar hubiera podido hacer ni una simple encima.
Algo distinto al azar es lo que está empujando al universo. La autotranscendencia está instalada en el universo, es uno de los cuatro impulsos de todo holón.
El Kosmos tiene un impulso creativo, la autotranscendencia está integrada en la urdimbre del universo, pero además existe un Telos, el universo tiene una dirección. Su sustrato es la Vacuidad, su impulso la organización de la forma en holones cada vez más coherentes.

Principio 4º. La holoarquía
Los holones emergen holoárquicamente, o sean, emergen de una forma jerárquica. No confundir jerarquía natural con patológica o de dominio. Una jerarquía natural es un orden de totalidad creciente en el un determinado nivel de la jerarquía, forma parte de otra totalidad de un nivel superior.
Cuando un determinado holón de una jerarquía natural abandona su lugar (ser parte) e intenta dominar a la totalidad se forma la jerarquía patológica.
Los “holistas” que dedican a negar la existencia de las holoarquías, son en realidad “conglomeristas”, un reduccionismo. Los mismos teóricos antijerárquicos tienen su propia categorización, su propia jerarquía, pues ponen como primer principio que no hay jerarquía, lo cual es ya una jerarquía.
No hay forma de escapar de las jerarquías, una postura antijerárquica es profundamente contradictoria. Lo que se ha de hacer es diferencias las jerarquías normales de las de dominio y curar éstas.
Toda pauta evolutiva procede a través de un proceso de holoarquización. Por eso el principio básico del holismo es la holoarquía: las dimensiones superiores proporcionan un principio, un aglutinante, una pauta, que une y vincula partes que de otro modo estarían separadas, en conflicto y aisladas, en una unidad coherente.
El hecho de establecer relaciones es realmente importante, pero esto sólo es posible dentro de un ordenamiento y una holoarquía.

Principio 5º. Cada holón emergente transciende pero incluye a sus predecesores. En cuanto totalidad transciende, pero las partes son incluidas. En esta transcendencia los conglomerados se convierten en totalidades, en la inclusión las partes son integradas, unidas en una totalidad y un espacio compartido que las libera de ser un mero fragmento.
La evolución constituye un proceso de transcendencia e inclusión. De este modo comenzamos a aproximarnos al núcleo del Espíritu-en-acción.


Cap. 2º El impulso secreto

El tópico fundamental del holismo: la aparición de nuevos niveles de organización que no pueden ser reducidos a las dimensiones anteriores, sino que las transcienden. Pero a la vez incluye, el nuevo nivel de organización es indiviso: los holones anteriores son partes del nuevo holón.
El nuevo holón (de un nivel superior) posee las cualidades esenciales del nivel inferior más algo más. Ese algo más es irreducible al nivel inferior y esto determina la jerarquía, por ejemplo: la célula contiene moléculas y algo más y no viceversa; por esto se da la jerarquía

Lo superior y lo inferior

Sabemos qué es superior y qué inferior, cuando al destruir todos los holones de un nivel, vemos quienes permanecen y quienes son destruidos. Los destruidos son los niveles superiores.
Las holoarquías no son nada arbitrarias. Así la noosfera no es una parte de la biosfera, sino que la transciende e incluye.

Profundidad y amplitud

Mucha gente confunde amplitud (o tamaño) con profundidad.
Profundidad es el número de niveles que tiene una holoarquía.
Amplitud es el número de holones de cada nivel.
Lo que se dice con la palabra nivel es un tanto arbitrario. Son escalas relativas. Pero no hay problemas si utilizamos la misma escala de forma coherente. Podemos hablar de pisos, o de escalones, pero o tomamos piso, o tomamos escalera…. Pero siempre la amplitud y profundidad son reales.
La evolución procede creando niveles de más profundidad y menor amplitud, puesto que lo superior transciende e incluye lo inferior.

¿Qué es la filosofía perenne?

Es el núcleo de las grandes tradiciones de la sabiduría del mundo entero. Sostiene que la realidad es una Gran Holoarquía de Ser y de Conciencia que va desde la materia hasta el Espíritu. Cada nivel incluye a sus predecesores y les agrega sus propias cualidades emergentes.
A mayor profundidad menor amplitud
Cuanto más profundo es un holón más significativo es, porque más incluye dentro de sí, porque contiene (significa) más parte del Kosmos.

La con(s)ciencia Kósmica

El espíritu es el principio y el fin de toda secuencia evolutiva. El Espíritu lo incluye y lo transciende todo. Está más allá de este mundo, pero a la vez incluye todo holón individual de este mundo.
El punto transcendental de una verdadera ética medioambiental es que los seres humanos transcendemos e incluimos a todos los holones: materia, vida, mente. La materia, la vida, la mente tienen un valor intrínseco y además constituyen el fundamento de mi propio ser. Por eso una verdadera ética medioambiental ha de incluir y transcender la ecología. No a una vuelta regresiva a la visión chata del universo, a la vida unidimensional.
La visión chata de los teóricos de la red de la vida simplemente se centra en la igualdad de ser, dejando de lado la holoarquía de la realización. Por supuesto que todos los holones son una manifestación perfecta del Espíritu, pero la realización de dicha manifestación no se da por igual en todos los seres. Hay gradaciones de profundidad, hay gradaciones de valor intrínseco.

El espectro de la con(s)ciencia
La evolución tiene un telos, una dirección, un impulso hacia una mayor profundidad. Así pone orden en el caos.
La evolución tiende a moverse en la dirección de una complejidad creciente, de una diferenciación/integración creciente, de una organización/estructuración creciente. Desde luego que esto es mirado a largo plazo, porque existen regresiones y disoluciones.
El impulso básico de la evolución es la profundidad creciente, es el impulso autotranscendente del Kosmos.
Conciencia y profundidad son sinónimos. La conciencia es simplemente la apariencia de la profundidad vista desde el interior.

Utilización de los términos: Desplegar y englobar

Desplegar - englobar
Transcender - incluir
Crear - amar
Eros - ágape

El Espíritu en nosotros está llamado a devenir consciente o superconsciente de sí mismo.
Todos los místicos nos ofrecen la misma historia: Despertar un buen día y descubrir que se es uno con el Todo de un modo atemporal, eterno e infinito


Cap. 3º Demasiado humano

Hasta ahora sólo hemos recorrido el camino evolutivo que conduce hasta la emergencia del ser humano, la noosfera.
En la evolución hay una continuidad global: se cumplen los 20 principios, y esto le da cierto sentido.
Visiones del mundo predominantes en las épocas del desarrollo humano: Arcaica, mágica, mítica, racional y existencial, que se corresponden con los principales estadios del desarrollo tecnológico y económico, que han sido: Recolector, hortícola, agrario, industrial, informático.
Podemos examinar el status de los hombres y mujeres en esos estadios y aislar los factores que han contribuido a establecer esas diferencias de status.

Recolectores

Los roles de los varones y mujeres estaban claramente definidos en un 97% de los casos. Hombres, la caza, las mujeres la recolección y el cuidado de los hijos. No se prestaba atención a las esferas de valores masculinos y femeninos. Esta época duró desde un millón hasta 400.000 años a. C.C. lo que diferencia a los humanos de los homínidos fue el rol del padre, o familiarización del macho. El varón unió la caza (producción) y la familia (reproducción). Se domesticaba la testosterona (fornicar o matar).
La estructura tribal se construyó sobre la base del parentesco.
Los hombres y mujeres de todos los tiempos han saqueado la naturaleza, y lo han hecho por ignorancia simplemente.
En estas tribus primitivas se asientan nuestras raíces. Tuvieron la asombrosa creatividad que permitió a la humanidad elevarse por encima de la naturaleza y comenzar a construir la noosfera, el mismo proceso que traería los cielos a la tierra y elevaría ésta a los cielos.

Hortícola

En la agricultura hay dos tipos de culturas: la hortícola y la agraria..
La hortícola se basa en la azada o palo para cavar, la agraria en el arado que necesita ser tirado por animales.
Una mujer embarazada puede usar el palo o azada, pero no puede con el arado. Eran capaces de llevar a cabo las tareas hortícolas, pero no las agrarias. En las culturas hortícolas las mujeres producían el 80% de los alimentos. Un tercio de esas culturas tuvieron deidades sólo femeninas, otro tercio tenían deidades de ambos sexos y el status de mujeres y hombres era equiparable. Eran sociedades matrifocales pero igualitarias. Esta época abarca hasta el año 10.000 a. C.C.
No existe ninguna época definitivamente privilegiada. El proceso continúa siempre y el Espíritu se encuentra en el proceso mismo, no en un lugar concreto del espacio o tiempo.

Agraria

Las mujeres embarazadas no podían manejar un arado. Muchos abortos. El no poder arar conllevó una ventaja darwiniana: el arado supuso una auténtica transformación. No hubo opresión, los hombres y mujeres decidieron que la labor del arado era cosa de hombres y en sus manos quedó toda la producción de alimentos.
El patriarcado fue una co-creación consciente de hombres y mujeres. Para el hombre no era nada divertido arar.
Los dos sexos estaban fuertemente polarizados. Ambos sufrían. Las deidades pasaron a ser masculinas (el 90%).
El dios y la diosa pueden tener un significado transpersonal más profundo, pero para la mentalidad promedio de la conciencia humana de este período esas imágenes solían representar realidades más prosaicas: quien llevaba la comida a casa.
Las sociedades agrícolas eran patriarcales (gobierno del padre). El hombre empezó a dominar la esfera pública en materia de gobierno, religión… y la mujer reducida a la esfera privada.
Duración del año 4.000 al 2.000 a. C.
La agricultura creó excedente de alimentos. Hombres liberados para tareas ajenas a la producción (matemáticas, escritura, guerra especializada…) Grandes imperios militares modernas naciones estados. Tareas contemplativas: sentido de nuestra existencia, ubicaban al Espíritu “aquí adentro”. Aparecieron los grandes sabios axiales: Buda, Confucio, Lao Tse, Parménides, Sócrates, Platón, Patanjali, todos varones.
Tarea del mundo postmoderno es compensar esta espiritualidad orientada hacia lo masculino.

Industrial

“Modernidad” suele referirse a los hechos que comienzan a ponerse en práctica con la Ilustración, desde Descartes hasta Locke y Kant, y el desarrollo tecnológico concomitante que va de la época feudal y agraria (visión mítica) a la industrialización (visión racional). “Postmedernidad” se llama al desarrollo postilustrado y postindustrial.
La industrialización fue una forma de garantizar la supervivencia recurriendo a la tecnología y aplicando la fuerza de las máquinas a la naturaleza.
Ninguna sociedad agrícola ha tenido nada que se asemeje a los derechos de la mujer. Siempre ha reconpensado la fortaleza y movilidad del varón.
Al cabo de un siglo de industrialización apareció el movimiento de liberación de la mujer. Por primera vez en la historia las estructuras sociales habían evolucianado hasta el punto de que la fuerza física deja de ser determinante y tan abrumadora en el poder cultural.
No es que la mujeres se hayan vuelto más inteligentesy decididas, sino que han evolucionado las condiciones históricas.
El status de la mujer en las sociedades industriales es superior al conseguido en cualquier otra sociedad anterior en la historia.
Por supuesto que hacen falta cambios. La polarización de los sexos es brutal para los dos. Hay que seguir trabajando por la liberación y la transcendencia.
Hablando de la crisis de la industrialización, ha originado la ecología. La causa principal de la destrucción de la naturaleza es la ignorancia. Es necesario el conocimiento científico de la biosfera, no basta el simple respeto sagrado que se tuvo en épocas prehistóricas. Hoy la industria nos ha dado el poder real de destruir el planeta.
Sabemos más, pero si no actuamos en concordia con lo que sabemos, terminaremos todos muertos.

Cap. 4º La gran revolución postmoderna


Yo, José A. Carmona, soy distinto del que era hace 10 años. Por decirlo así, mi pequeño Kosmos es otro. No sólo es que yo veo de otra manera, de una forma distinta, sino que mi propio Kosmos ha evolucionado y es otro, y como otro lo percibo.

Estamos en condiciones de examinar las visiones del mundo, correspondientes a cada época: arcaica, mágica, mítica, racional, existencial.

No son simplemente formas distintas de ver el mundo concreto, ya predeterminado, sino que en la medida en que el Kosmos llega a conocerse a sí mismo más plenamente, emergen diferentes mundos. Ejemplo: las semillas y el árbol. No es lo mismo la semilla que el árbol, y al ver la semilla no se ve el árbol.

Las diferentes visiones del mundo crean, actualizan diferentes mundos, lo cual es algo muy distinto al hecho de contemplar el mismo mundo de forma diferente. No es que exista un mundo concreto y predeterminado que pueda ser contemplado de formas diferentes, sino que, en la medida en que el Kosmos llega a conocerse a sí mismo más plenamente, emergen mundos diferentes.

La frontera postmoderna

Hay una diferencia crucial que separa la visión moderna del conocimiento de la visión postmoderna. Se trata de una verdadera revolución en el conocimiento humano.
Si queremos realmente comprender cómo debe ser un paradigma postmoderno, hay que empezar comprendiendo el moderno.
El paradigma fundamental de la Ilustración es el paradigma de la representación. Sujeto y objeto. Se trata de trazar mapas del mundo empírico que se han de ajustar al mundo empírico. Cartografía del objeto. Pero es un paradigma estrecho y limitado. Por ejemplo: los mapas dejan fuera al cartógrafo. Todos los grandes teóricos de la Ilustración han suscrito el paradigma de la representación, la creencia en un mundo empírico objetivo que puede ser cartografiado empíricamente. Y no es que esté equivocado, sino que es estrecho. Sino que dejan fuera al cartógrafo. Ignoran por completo el hecho de que el cartógrafo pueda aportar algo a la imagen.
Todos los enfoques postmodernos coinciden en que el paradigma de la Ilustración es completamente ingenuo.
El gran descubrimiento postmoderno ha sido que ni el yo ni el mundo son simples datos, sino que existen en contextos y sustratos que tienen una historia, evolucionan. Así el cartógrafo en distintas etapas hará mapas totalmente diferentes.
Hegel: “la mente sólo puede concebirse inmersa en un proceso de desarrollo”
Al trazar la historia de las distintas visiones del mundo, la historia de las diversas formas en las que ha ido desplegándose el Espíritu-en-acción, el Kosmos se contempla a sí mismo con nuevos ojos, y en consecuencia, crea nuevos mundos antes inexistentes.

Dos caminos en la postmodernidad
El gran descubrimiento postmoderno: ni el mundo ni el yo están predeterminados. Ante esto los teóricos han seguido dos caminos: El constructivismo extremo y el evolutivo o desarrollista.
Constructivismo extremo (Derrida, Foucault joven): todo está socialmente construido, y por ende todo es arbitrario y está basado en el poder, sexo, dinero… los “ismos”.
Pero las visiones del mundo se hallan limitadas por las corrientes mismas del Kosmos, que no está predeterminado, pero sigue unas pautas, tiene un telos. No se puede plantar un trozo de hierro y hacerlo crecer y florecer. Y no solo la bios sino que también la noosfera tiene su propio proceso evolutivo (si A es inferior a B, no se le puede convertir “socialmente” en superior a B). Las visiones del Kosmos no son simplemente caprichosas.
Este constructivismo radical cae en la contradicción performativa: “todas las visiones del mundo son arbitrarias, menos la mía”. Se trata de una nueva forma de nihilismo.
Constructivismo evolucionista (Piaget, Hegel, Marx, Nietzsche, Habermas…) estudian en la visiones del mundo una pauta desarrollista o evolutiva que se haya parcialmente gobernada por las corrientes del Kosmos, de la misma evolución (los 20 principios según Wilber).
Cada visión del Kosmos da lugar a visiones subsiguientes, cuando sus limitaciones inherentes son tan patentes que generan una gran conmoción. Así si no se colapsan, dan origen a una visión más organizada que tiene sus propias dificultades.
Estas visiones del Kosmos son: Arcaica, mágica, mítica, racional, existencial …
Que relaciona Wilber con los sistemas de producción históricos: recolector, hortícola, agrario, industrial, informático.
La visión del mundo es la mente del Espíritu y su fundamento es su cuerpo, este cuerpo-mente evoluciona y va dando lugar a nuevos mundos, en el proceso de actualización del Espíritu. Es el gran Florecimiento.

Al filo del mañana
¿Cómo supera el dualismo cartesiano el último de los dos caminos postmodernos?
El dualismo cartesiano enfrenta a sujeto y objeto, mapa y cartógrafo. El nuevo paradigma cae en la misma trampa. Hace un mapa más holista y sistémico y con ello cree que salva el dualismo. Pero, el pensamiento es un reflejo de la realidad y la vez un movimiento de esa misma realidad. El cartógrafo, el yo es también producto y un movimiento de lo que quiere conocer. El mapa es parte del territorio.
El enfoque no dualista no niega que el mundo se pueda cartografiar, sino que afirma que a nivel más profundo el pensamiento en sí mismo es un producto de las corrientes del Kosmos.
“Aquello de lo que puede uno alejarse no es el verdadero Tao”. Hay que corregir los mapas para superar las incorrecciones, pero no podemos olvidarnos de las corrientes profundas, de las formas en las que todos los mapas son expresiones del espíritu.
Por supuesto que la evolución que ha llegado a lo racional y existencial no tiene por qué parar aquí ¿Quién puede negar visiones superiores del mundo?

Transcendencia y represión
La visión del mundo que transciende la anterior es mejor que ella. Puesto que la transciende y la incluye. La mantiene y le añade algo más diferenciado del estado anterior.
La visión anterior fue apropiada pero la nueva lo es aún más… Si no lo fuera no lo habría seleccionado la evolución. Pese a todo tiene sus propias limitaciones. Donde quiera hay transcendencia, hay posibilidad de represión. La emergencia lleva consigo una posibilidad de represión.
La transcendencia supone diferenciación e integración y la represión conlleva disociación y alienación, supresión y negación.
Hay que estar atentos a los signos de la represión en cada estadio de la evolución.
Cada nueva visión del mundo crea sus propios problemas que aparecen cuando dicha visión se acerca a su fin. El Espíritu ha tropezado ya con las limitaciones propias de la modernidad que florece en su última primavera.


Cap. LAS CUATRO ESQUINAS DEL KOSMOS

¿Nos estamos aproximando al límite de la visión racional-industrial del mundo?
Hay que matizar. Visión racional-industrial es la “modernidad”, es la visión general del mundo sostenida por la Ilustración. Cumplió con funciones muy importantes (democracia, abolición esclavitud, feminismo liberal, diferenciación entre arte, moral y ciencia… superación de las jerarquías sociales de dominio)
Transcender e incluir la modernidad supone: 1) abrirnos a modalidades de conciencia que transciendan la mera razón. 2) participar en estructuras tecnológicas y económicas que vayan más allá de la industrialización. Ambas cosas, no una sola.
Pero este cambio ha de incluir la razón y lo industrial, como componentes de una visión más equilibrada, más global y más integrada.
El racionalismo y la industrialización han excedido sus funciones y han derivado hacia un tipo de jerarquía de dominio. La nueva visión ha de limitar el poder del racionalismo, aunque traerá consigo sus propios problemas.

Los cuatro cuadrantes
Cualquier transformación futura deberá implicar al mismo tiempo un cambio de conciencia y una transformación institucional. Deberá implicar una nueva visión del mundo que se halle integrada en un nuevo sustrato tecno-económico, con una nueva modalidad de sensación de identidad que posea sus propias pautas conductuales. O sea, los cuatro cuadrantes que son cuatro tipos de jerarquía que ofrece todo holón.
Todo holón tiene cuatro aspectos, dos interiores y dos exteriores. Lo exteriores son el exterior individual: cuerpo, moléculas … y el exterior social o colectivo: sociedad, galaxia, tribu… Y dos interiores, el interior individual: emociones, percepciones, visión lógica… y el interior social: cultura y sus formas históricas, urobórico, pleromático…
Ver pag 110
Los cuatro cuadrantes no representan más que los aspectos interior y exterior, individual y colectivo de todos los holones. Son aspectos reales de los holones reales.

Lo intencional y lo conductual
Es lo mismo que la interior y exterior en el aspecto individual.
La conciencia es la apariencia de lo profundo visto desde adentro.
Lo conductual o individual externo es el objeto de las ciencias. Forma parte del mapa estándar científico, objetivo y empírico. Y es un mapa que funciona.
Lo intencional pertenece a la dimensión interior y no es objeto empírico de ninguna ciencia, es lo que cualquier holón experimenta desde dentro, pero ambos aspectos tiene su correlato en el otro.

Lo cultural y lo social
Esto se refiere a la mitad inferior del diagrama: lo colectivo.
Todo holón individual sólo existe en una comunidad de holones de la misma profundidad.
El aspecto comunal tiene dos facetas: interior o cultural (significados, valores, visión del mundo…) y exterior o social (fundamento tecno-económico, estilos arquitectónicos, ciudades, pueblos… que son el fundamento exterior de esa visión del mundo).
Y esto sucede en los holones humanos y en los no humanos
También los holones no humanos comparten profundidad y exterioridad. Todos los holones sean los que sean, responden a los estímulos, y sólo a estos, que significan algo para ellos. Esta es su cultura. Lo demás es un espacio extraño para ellos. Su espacio común es su cultura compartida. Por ejemplo, los lobos comparten un espacio emocional y se reúnen en manadas, pero para ellos tanto el cordero como el pastor no serán que comida y el Quijote nada en absoluto. Por esto el Kosmos es distinto en cada estrato cultural, porque realmente es distinto. No es algo acabado que se ve descubriendo sino algo que se va realizando, que va evolucionando. En el Neolítico no existían las ciudades industriales, ni luz eléctrica, ni pensamiento ilustrado, ni ordenadores, ni aviones… en cada avance el Kosmos es distinto y por eso lo vemos distinto.
Estos espacios culturales evolucionan de la físico a lo místico, pasando por la urobórico, tifónico, mítico… y a cada visión del mundo corresponde una estructura social distinta.
Los cuatro cuadrantes están relacionados entre sí, pero son irreducibles entre sí.

A modo de ejemplo
Un holón pensamiento tiene sus correlatos en los cuatro cuadrantes.
El pensamiento: “Tengo que ir al supermercado”

En el cuadrante superior izquierdo: lo que experimento, el pensamiento mismo, su significado, su simbolismo, la imágenes (calle, supermercado…)

En el cuadrante superior derecho: los correlatos del cerebro, aumento de ondas alfas o betas, aumento de dopamina… todos fenómenos observables empíricamente.

En el cuadrante inferior izquierdo: ese pensamiento sólo cobra sentido en un determinado sustrato cultural. Si yo viviera en una cultura medieval, la palabra supermercado carecería de sentido, ni tan siquiera existiría, y si estuviera en la prehistoria ni siquiera podría emitir este pensamiento, en todo caso este otro: “voy a cazar”. El hecho es que mis pensamientos individuales sólo emergen en un sustrato cultural determinado que los articula y les da significado. (La cultura como horizonte de inteligibilidad).
Así pues, la comunidad cultural impone un determinado sustrato intrínseco a cualquiera de mis pensamientos individuales. Mis pensamientos brotan de mi cabeza, pero no de la nada, sino de un sustrato cultural determinado. El individuo jamás puede liberarse del todo de ese sustrato, es más sin el mismo somos incapaces de pensar.

En el cuadrante inferior derecho: la cultura tiene componentes materiales: los sociales (tecnología, arquitectura, trazado de las ciudades, pueblos, estructuras políticas…) y esos componentes sociales materiales son cruciales a la hora de determinar la visión cultural del mundo. Hoy la globalización es un hecho gracias a la informática y a los medios de transporte.


Cuatro son, pues, las facetas que hemos de analizar en cada holón.

La forma de las cosas por venir (El Espíritu en acción)
La transformación está teniendo lugar, si queremos participar en ella, los cuatro cuadrantes nos ayudarán a comprenderla. El Espíritu no es una especie de YO superior, o consciencia superior, sino que existe en y como los cuatro cuadrantes, los cuatro puntos cardinales del Kosmos conocido que son necesarios para navegar con seguridad.
Los estadios superiores del desarrollo de la conciencia presentan pautas más profundas y amplias en el yo, en la conducta individual, en la cultura y en la sociedad. En los cuatro cuadrantes.
No tener en cuenta a los cuatro es negarse a tener en cuenta a las fuerzas que están en juego, es sencillamente negarse a participar.

6. LAS DOS MANOS DE DIOS

Cada cuadrante encierra un tipo distinto de verdad. Estos cuatro tipos de verdad son los cuatro rostros que asume el Espíritu en el mundo manifiesto. Son el antídoto del mundo chato y descolorido de la actualidad.
En realidad es lo más gozoso que puede llegar a experimentar el ser humano. Hay una forma muy fácil de resumir todo esto, que parece muy complejo y difícil.

Figura 6.1.

CAMINOS DE LA MANO CAMINOS DE LA MANO
IZQUIERDA DERECHA

Interpretativo Monológuico
Hermenéutico Empírico, positivista
Conciencia I I Forma
N N
D D
Freud I I Skinner
Jung V V Watson
Piaget I I Locke
Aurobindo D D Empirismo
Plotino U U Conductismo
Buda A A Biología molecular, neurología…
L L


Thomas Kuhn C C Teoría de sistemas
Wilhelm Dilthey O O Talcott Parsons
Jean Gesber L L Auguste Comte
Max Weber E E Karl Marx
Hans-Georg Gadamer C C Gerhard Lenski
T T
I I
V V
O O


La Mente y el Cerebro

Aunque sean aspectos íntimamente relacionados , también son diferentes en muchos sentidos.
Cuando se estudia el cerebro los neurofisiólogos analizan los componentes objetivos: La estructura neuronal, la composición bioquímica, los diversos tipos de sinapsis, los neurotransmisores… todos son aspectos objetivos, externos del ser humano. El neurofisiólogo está viendo el cerebro de otro ser humano, no el suyo, salvo que se lo abra y lo mire en un espejo. Pero el interior de la mente sólo la percibe el sujeto y de forma directa, inmediata e íntima, el neurofisiólogo no puede ver nada, si el sujeto no se lo comunica. La mente es la apariencia interna de la conciencia, mientras que el cerebro es la parte externa de la misma. Son fenómenos completamente distintos.

¿Son es realidad lo mismo, aunque todavía no lo hayamos descubierto?
Pongamos por caso que un neurofisiólogo pueda llegar a saber todo sobre mi cerebro, pueda llegar a saber lo que en cada momento está haciendo cada átomo de mi cerebro, pero ni aún así sabrá lo que pienso, si yo no se lo digo. Puede conocer mi cerebro objetivamente, pero mi mente no, tan solo la puede conocer dialogando conmigo.
Por eso la mirada empírica es monológuica, y la única forma de llegar al interior es la dialóguica, la interpretativa. No se trata de contemplar el exterior, sino de compartir interioridades.
Por más tiempo que estudie mi cerebro nunca llegará a conocer mi mente, si no habla conmigo. El estudio objetivo le servirá para conocer mi cerebro, pero nunca mi mente.

Las dos manos de Dios
Tanto lo exterior como lo interior son manos de Dios, del Espíritu.

La mirada monológuica: La clave del camino de la Mano Derecha.
Todo lo que existe en la Mano Derecha son objetos, exterioridades. En el camino de la Mano Derecha se ha de observar pero no hablar, es el camino monológuico, no dialóguico. No hay nada erróneo en el camino de la Mano Derecha, lo único es que proporciona una visión parcial. Es la mirada de un técnico de laboratorio, de un conductista, carente de interioridad y profundidad. El camino de la Mano Derecha es el de la Ilustración, que terminó, y ha influido durante los dos últimos siglos, negando la existencia de nada que no sea la Mano Derecha, y así, nos hemos vistos inmersos un universo sin valor, sin profundidad, sin cualidades, de un mundo chato y sin sentido.

La Interpretación: La clave del camino de la Mano Izquierda.
Todos los elementos de la Mano Derecha tienen una localización simple, pero los aspectos de la Mano Izquierda carecen de localización simple, son dimensiones internas, pero reales. ¿Cómo acceder a ellos? Por la interpretación.
La mano derecha percibe, la izquierda interpreta. Pero para interpretar primero el sujeto ha de hablar, para poder conocer su interior. La profundidad ha de ser comunicada y la comunicación ha de ser interpretada.
Los caminos de la M.D preguntan: ¿qué hace esto?
Los de la M.I. preguntan: ¿qué significado tiene?
Son dos abordajes muy diferentes de la conciencia, y para comprender el Espíritu que se manifiesta en el mundo necesitamos de ambas manos.

¿Qué significa este sueño?
Los sueños son algo íntimo, que ha de ser interpretado, y entendido, cosa que ya empezó Freud.
Algunos ejemplos d estos dos caminos.
Freud siguió el camino de la M.I. interpretó. El diálogo cura, porque ayuda a interpretar mejor nuestra profundidad y a actuar en consecuencia. Así son todas las terapias de la palabra. Se basan todas en el mismo principio: descubrir una interpretación más adecuada de nuestra profundidad interior.
Mi vida no sólo tiene superficie sino también profundidad, no sólo tengo que observar, sino también interpretar.

El conductismo (y la psiquiatría biológica) es el polo opuesto. Trata de descubrir la respuesta observable. Ni siquiera reconoce la interioridad. No se trata de conocer el significado de los síntomas. Se ataca directamente a los mismos. Se niega la existencia de cualquier interioridad.
Pero el diálogo intersubjetivo con un terapeuta le ayudará a la interpretación más adecuada y a conocer mejor sus profundidades. Y esta transparencia puede llegar a permitirle llegar a vislumbrar la Divinidad.

La ciencia social versus la comprensión cultural
La sociología se ha dividido desde su origen en dos campos: el interpretativo y el empírico o naturalista. El interpretativo trata de comprender los significados culturales desde dentro, el empírico se ocupa del sistema social, de sus estructuras… desde el exterior. El primero se pregunta ¿Qué significa? El segundo ¿Qué hace?

La comprensión del significado cultural es una cuestión interpretativa, su objetivo no es tanto la conducta externa, como su significado interno. Exige compartir, dialogar…
Pero la mayor parte de las ciencias sociales son empíricas, observan las tasas de nacimientos, las tasas de suicidios, la cantidad de dinero que circula…es monológuica, empírica, conductual. No busca el significado, sino la función social que desempeña.

Son dos abordajes distintos al mismo holón. Los caminos de las Manos Derecha e Izquierda.

La hermenéutica
Es el arte y la ciencia de la interpretación. Hay malas y buenas formas de interpretar. Es la clave que nos permite adentrarnos en los caminos de la Mano Izquierda. La interpretación es la única forma de acceder a las profundidades, para ello el empirismo es inútil.
El empirismo niega la realidad de la interpretación, por no ser objetiva. Pero esto es un error. Estudiar el Quijote empíricamente es estudiar la clase de papel, los gramos de tinta, el tipo de letra… pero para saber lo que realmente es el significado de El Quijote, habrá de sumergirse en su lectura e interpretar su significado. La interpretación no es arbitraria, sería una mala interpretación decir que El Quijote es un libro de cocina. Hay criterios para validar las interpretaciones. Esto lo determina la comunidad de quienes compartan el mismo nivel de profundidad y hayan penetrado en su interior.
El conocimiento interpretativo es más complejo y sofisticado que el de la observación monológuica.
Aún hay quienes niegan la existencia de las cosas que carecen de localización simple, aunque su creencia carece de dicha localización.

Toda interpretación depende del contexto
Porque sólo existen holones dentro de otros holones y contextos dentro de otros contextos hasta el infinito. Por tanto la interpretación es una actividad escurridiza. Derrida y los descontruccionistas niegan todo significado, lo cual conduce al nihilismo.
Se trata de tener en cuenta los contextos, y cuantos más se tengan más rica será la interpretación.

La interpretación no humana
Hay para ello que compartir el espacio interior común. Cosa que varía de una perro a una piedra. Desde un espacio de empatía, emocional común, hasta el ocupar un espacio y estar sometido a la gravedad. El sustrato común proporciona el contexto común.
Los sustratos se hallan en proceso de evolución. Los cuatro cuadrantes evolucionan constantemente y con la evolución de los cuadrantes el Kosmos va cambiando. No sólo se percibe de otra manera, como quiere la visión monológuica, sino que de hecho cambia con los cuadrantes.

La interpretación espiritual
(Supongamos una experiencia directa de iluminación interior)
La experiencia es directa e inmediata, pero cuando se ha de decir algo sobre ella, aunque sea a uno mismo, se ha de interpretar. Y de la forma de interpretarla dependerá la forma de comunicarla/se con el mundo. Es muy importante la forma en que la integre en su sensación de identidad separada. Y la interpretación puede ser buena o mala.
Si la experiencia no puede integrarla con el resto de su ser, es que la interpretación no ha sido buena.
Para saber si es buena la interpretación, hemos de tener en cuenta si se interpreta de acuerdo con los cuatro cuadrantes, no sólo de superior izquierdo, como sucede en el New Age. Es una interpretación narcisista.
Hay quienes consideran estas experiencias como un mero subproducto del cerebro, resultado de una liberación masiva de endorfinas… soslayan los aspectos sociales, culturales y los estados interiores de consciencia.
Otros las interpretan en función del cuadrante inferior derecho. Para ellos la realidad última es la red empírica de la vida, la biosfera. Reducen los componentes de la Mano Izquierda a meros entramados de la Derecha, confunden amplitud con profundidad. Es el ecofascismo.
Otros la interpretan como conciencia cultural colectiva, soslayando el papel de la conciencia individual y el aspecto social.
Todo esto es muy parcial. Tienen su parte de verdad, pero terminan mutilando la misma experiencia original. No fomentan el desarrollo posterior de la experiencia espiritual y pueden llegar a abortarlo.
Cualquier interpretación adecuada de la experiencia espiritual ha de tener en cuenta los cuatro cuadrantes. Estamos compuestos de niveles (materia, cuerpo, mente, alma Espíritu) y cada nivel se manifiesta en cuatro facetas distintas. Es una visión multinivel y multicuadrante. Y esto es especialmente importante en los estadios superiores.
Hemos de sintonizar con las cuatro esquinas del Kosmos y así de la sintonía a la liberación y, desde ahí, hasta una unidad en la que nos fundimos en el abrazo totalizador que nos aguarda en el mismo borde de la consciencia kósmica.
Para ello hay que escuchar con mucha atención.


CAP. 7
EN SINTONÍA CON EL KOSMOS

Para estar en sintonía con el Kosmos es necesario escuchar las distintas voces de la verdad.
Se trata de estar sintonizado con lo real, es decir en contacto con lo verdadero, lo bueno y lo bello (el Gran Tres: verdadero = ello, bueno = nosotros, bello = yo), pues, podemos también no estar conectados.
La humanidad ha trabajado muy duro para poder llegar a establecer las pruebas de validez que nos ayudan a saber si estamos conectado con lo real. Las pruebas de validez son las formas en que nos conectamos con el Espíritu, sintonizamos con el Kosmos. Ellas nos obligan a hacer frente a la realidad.

La verdad proposicional
Se trata de una especia de mapa que se corresponde con algún tipo de territorio. Una proposición que representa algo concreto. Se trata de comprobar por los sentidos que es cierto lo que se afirma en la proposición. Está ligada a los cuadrantes exteriores tanto superior como inferior, y tiene una localización simple. (Teoría correlacional de la verdad).
La verdad es el criterio o prueba de validez de lo exterior individual.

Veracidad
Se trata de la prueba del cuadrante superior izquierdo, de la interioridad del holón individual. Se trata de verdades interiores, no objetivas. La única posibilidad para conocer la interioridad de cualquier holón es el diálogo y la interpretación. Se trata de saber si al dialogar estoy mintiendo, o no.
Por tanto, el criterio de sintonía con la realidad para la mano izquierda es la veracidad. Los eventos interiores están ubicados en la conciencia, no tienen una localización simple.
(La psicología profunda y las terapias nos ayudan a interpretar más auténticamente nuestra interioridad para que no nos mintamos a nosotros mismos) al malinterpretarme a mí, malinterpreto a los demás y les miento.
Al interpretar mejor mi interioridad comenzaré a ajustar mi conducta. El camino hacia la profundidad se halla flanqueado por el engaño y la mentira. Es la veracidad la que nos permite navegar por ese dominio con ellos trabajan las terapias de la Mano Izquierda, cada una según el nivel de conciencia en el que se mueva.
No me basta la verdad para alcanzar la libertad, lo que realmente nos hace libres es la veracidad.

Rectitud
Es el criterio del cuadrante inferior izquierdo.
El mundo subjetivo está ubicado en un espacio intersubjetivo, en un espacio cultural que permite la emergencia del espacio subjetivo. Sin este sustrato cultural mis pensamientos individuales carecerían de todo sentido, es más, yo ni siquiera podría pensar.
No se puede separar el espacio subjetivo del intersubjetivo. La prueba de validez del cuadrante inferior izquierdo es el ajuste intersubjetivo. El sustrato cultural es el que proporciona el contexto común en el que mis pensamientos cobran sentido.
Ajuste intersubjetivo o ajuste cultural.
El objetivo de este criterio de validez es la comprensión mutua, que no quiere decir estar de acuerdo, sino comprenderse. La existencia de un trasfondo cultural común en el que sea posible la comunicación.
Para vivir en comunidad hay que ponerse de acuerdo en muchas cosas, es necesario recurrir a una entidad supraordenada con respecto a los yoes individuales que nos permita el respeto mutuo. Todo esto tiene que ver con el sustrato común de significado, pertenencia y justicia.
Gran parte de este ajuste cultural no es consciente. (El lenguaje, valores morales…)
La comprensión intersubjetiva es algo excepcional, para que se dé, es necesario que cada individuo habite en el interior del otro, es necesario compartir la profundidad.
Cuando apuntamos a la verdad y estamos ubicados en la veracidad, podemos conseguir el milagro de la comprensión mutua. Es el Espíritu, es el ajuste cultural o la justicia, o bondad y rectitud común.
¿Cómo podremos lograr el bien común? Porque no se trata de una disposición de objetos de localización simple, sino de una disposición de sujetos en el espacio interno de la cultura. Es sencillamente la bondad.
El ajuste cultural, o la justicia, tiene que ver con todo tipo de cuestiones: ética, derecho, identidad grupal, contexto cultural,… y este espacio cultural existe en todo tipo de holones. El Espíritu está en el “nosotros”, (Regnum Dei intra vos est) en el ajuste cultural. La justicia apunta a todos los seres sensibles para poder producir el bien más profundo.

Ajuste funcional
Se trata del cuadrante inferior derecho, es el gran exterior de los sistemas. El criterio de validez de este cuadrante es el ajuste funcional, o sea, la forma en que los diversos holones se agrupan en el sistema objetivo global.
El ajuste cultural no es una teoría de sistemas. Esta teoría de sistemas no ha superado el paradigma cartesiano. El paradigma fundamental de la Ilustración era el paradigma de la representación (monológuico, cartográfico) y esto es lo que hacen los teóricos de sistemas..
Es verdad que ambos cuadrantes inferiores tratan con sistemas en sentido amplio, pero el izquierdo describe los sistemas desde dentro, y el derecho desde el exterior, sin preocuparse por compartir los valores de forma intersubjetiva, sino que sólo se interesa en la forma en que su correlato objetivo se ajusta funcionalmente en un sistema social global poseedor de localización simple.
La teoría de sistemas no habla de valores éticos, de veracidad, profundidad… sino de sus correlatos objetivos externos, sólo trata de la localización simple. Atiende a la Mano Derecha, no a la Izda.
Lo que hace la teoría de sistemas es un reduccionismo sutil. El enfoque sistémico incluye en la red que posee localización simple todos los elementos subjetivos e intersubjetivos, reduce los sujetos a objetos.
El reduccionismo burdo lo reduce todo al cuadrante superior derecho, el sutil reacciona en contra y opera de otro modo, pero reduce todos los aspectos de la mano izquierda la derecha y termina destruyendo toda la profundidad del Kosmos y arruinando la vida de los holones.
Ajuste funcional. La verdad del cuadrante inferior derecho se encuentra en la forma en que los distintos holones individuales encajan funcionalmente dentro del gran sistema holístico. El teórico de sistemas siempre está hablando de sistemas colectivos (no es atomista) pero lo hace en términos monológuicos, objetivos.
No es que sea falso lo que dicen, pero es parcial, soslaya las dimensiones de la Mano Izda.
El ajuste cultural intenta comprender a la comunidad desde adentro, sumergiéndose en el contexto común que le permite interpretaciones adecuadas.
El ajuste funcional del teórico de sistemas sólo se interesa en la función que tiene el dato en el sistema social. No se introduce en el contexto común, simplemente se limita a observar. El ajuste cultural tiene que ver con la forma en que los sujetos se agrupan en el espacio cultural, y el ajuste funcional tiene que ver con la forma en que los objetos se agrupan en el espacio físico.
Ambos son enfoques válidos y el uno es correlato del otro.

Conclusión: Los cuatro rostros del Espíritu.
Todas esta cuatro son formas válidas del conocimiento porque están arraigadas en la realidad de las cuatros facetas de cada holón. Cada una de ellas exige una prueba de validez diferente.
Estas verdades constituyen un verdadero tesoro de la colectividad. Son los cuatro rostros a través de los cuales se manifiesta el Espíritu.
Son estos distintos caminos de verdad los que nos llevan fuera de nosotros mismos y nos obligan a refrenar nuestro egocentrismo.
El Kosmos nos susurra desde todos los rincones. Dejemos, pues, que la sinceridad, la verdad, la bondad y la belleza (los cuatro criterios) resplandezcan con el marchamo de la radiante Vacuidad que nunca estuvo –y que nunca podrá estar- lejos de nosotros.

CAP. 8 LA BONDAD, LA VERDAD Y LA BELLEZA

Los cuatro cuadrantes no son más que el Gran Tres de la Filosofía Perenne. Y de él se ha de hablar con un triple lenguaje: el del “yo”, el del “nosotros” y el del “ello”.
El lenguaje del “ello” es objetivo, neutral, carente de valores, monológuico… Describe la faceta exterior de los objetos y sus interrelaciones. Lo que puede ser observado por los sentidos y sus extensiones, sean superficies internas (no interiores), como el cerebro, el corazón… sean externas.
El lenguaje del “yo” es el de la subjetividad interior. La subjetividad es mayor, cuanto mayor sea la profundidad del holón. Pero describir al yo con el lenguaje del ello es convertir al sujeto en objeto, y los sujetos son comprendidos, pero los objetos son manipulados.
El lenguaje del “nosotros” es el del cuadrante inferior izquierdo. La dimensión intercultural, el lenguaje de la visión colectiva del mundo propia de un tiempo, lugar y cultura determinados. Visiones que evolucionan a lo largo del tiempo.

Es el Gran Tres, o los cuatro cuadrantes, de la Filosofía Perenne, y no se pueden confundir uno con otro. Para describir un holón hay que utilizar los tres lenguajes.

Otras formas de hablar del Gran Tres:
Yo, arte, belleza, La crítica del juicio estético (Kant)
Nosotros, bondad, moral, La crítica de la razón práctica (Kant)
Ello, ciencia, verdad (proposicional), La crítica de la razón pura (Kant)

El paradigma fundamental de la Ilustración redujo todo lenguaje al del ello, que es el único que reconoce como real. Redujo el Gran Tres al chato lenguaje del ello. Rechazó la moral y la conciencia a favor de la ciencia. Pero la Ilustración tuvo sus grandes contribuciones positivas. Toda etapa evolutiva tiene su propia dialéctica del progreso.

La contribuciones positivas de la modernidad. La diferenciación del Gran Tres.
La modernidad logró por primera vez en la historia de la evolución de la conciencia diferenciar el Gran Tres. Es decir diferenciar el arte o yo, la moral o nosotros, y la ciencia, o naturaleza o ello.
En la etapa mítica le gran tres estaba fundidas, no integradas, que es lo que tenemos que llegar a conseguir. Ejemplo interesante en la página 174 del libro. No se diferenciaban los espacios subjetivo y objetivo, cultural, así lo que ocurría en uno tenía que ocurrir en el otro. (El número 7, siete orificios en la cara, siete sacramentos, siete pecados, siete planetas, siete el hombre, septenarios, siete virtudes…) (si estabas en desacuerdo don la iglesia eras hereje y traidor, criminal político) Los dominios del yo, del ello y del nosotros no estaban diferenciados, mucho menos integrados.
La diferenciación del Gran Tres es la dignidad de la modernidad.
Ventajas de la diferenciación:
La diferenciación entre sí mismo y la cultura permitió la liberación del individuo del dominio de la iglesia y del estado, la aparición de la democracia…
La diferenciación entre la mente y la naturaleza propició las liberaciones del yo con respecto a la biología, de la mujer, de los esclavos, la aparición del feminismo, difusión de los movimientos culturales…
La diferenciación entre la cultura y la naturaleza permitió que la verdad dejara de estar sometida a la biología, permitió el surgimiento de la ciencia empírica, la medicina, la física….

Las malas noticias: la disociación del Gran Tres
La modernidad aún no ha aprendido a integrar el Gran Tres. Y el esplendor de la modernidad ha terminado siendo su miseria, pues ha terminado disociando el Gran Tres.
Los avances conseguidos en el dominio del “ello” han eclipsado los de los dominios del “yo” y del “nosotros”.
El modernismo ha terminado reduciendo el Gran Tres a los dominios del Uno, el “ello”, los sistemas científicos. Ha terminado no aceptando más conocimiento que el científico. Y el Gran Tres se colapsó en el chato Gran Uno. Negó la existencia de la Mano Izquierda.
Es más fácil el conocimiento científico, que es monológuico, que la complicada investigación hermenéutica, pero esto explica algo, pero no justifica nada.
Dejar de lado al cartógrafo y a la interioridad es cómodo. La naturaleza, interpretada desde la ciencia empírica, constituye un sistema armónico e interrelacionado.
Los teóricos del nuevo paradigma sostienen que lo único fundamental del paradigma ilustrado fue su “atomismo”, y que sus esfuerzos se orientan a reemplazarlo por le holismo.
Pero esto es un gran error. El concepto dominante de la ilustración fue la “gran red de la vida”, no el atomismo, pero sólo tenía en cuenta las dimensiones de la Mano Derecha. Y la teoría sistémica no trata de remediar el legado negativo de la Ilustración, sino que prolonga su propia pesadilla. Forma parte de la visión chata del Mundo
El gran error de la Ilustración no fue el atomismo, el modernismo era holista de hecho, sino que sólo tenía en cuenta las holarquías de la Mano Derecha. Colapsó el Gran Tres (conciencia, cultura y naturaleza) en el Gran Uno (naturaleza sensorial). Y la teoría sistémica lo que hace es prolongar lo mismo. Forma parte del universo descualificado.
El lenguaje del “ello” es carente de valores, es un lenguaje de cantidades no de calidades, de mayor o menor, no de mejor o peor. Por ejemplo, la tolerancia es mejor que el fanatismo, pero una roca no es mejor que un planeta, sino menor. Así han hecho del mundo “un asunto aburrido, mudo, inodoro, incoloro, el simple despliegue interminable y absurdo de la material” (Whitehead)… y ha terminado arruinando a la filosofía occidental.
Si lo único real es el dominio del ello, lo valores y virtudes son “meramente subjetivos”, arbitrarios, sin anclaje en la realidad, con lo que el Kosmos ha perdido toda su profundidad. Y la vida carece de sentido. Esto es también lo que hace la teoría de sistemas.
La misión de la postmodernidad: La integración del Gran Tres
No debemos superar el lado negativo de la Ilustración volviendo a la indisociación mítica del Gran Tres, ni sustituyendo un atomismo monológuico por un holismo monológuico. La misión es, aceptando la diferenciación, integrarlo (los 20 principios de la evolución) según la corriente de la evolución. Hay en la postmodernidad mucho pensamiento regresivo. Hay que buscar formas de integrar la mente, la cultura y la ciencia, o lo que es lo mismo los cuatro cuadrantes. Formas de respetar las cuatro caras del Espíritu y de honrar por igual a la Bondad, la Verdad y la Belleza.

El Gran Tres espiritual
La conciencia colectiva ha llegado hasta los dominios personales, hasta la racionalidad moderna. Más allá están los dominios transpersonales o espirituales. Y este desarrollo posterior también tiene lugar en los cuatro cuadrantes, o en el Gran Tres. El “yo” último es el Buda (un ser espiritualmente realizado), el último “nosotros” es Sangha (la comunidad de quienes están intentando esta realización), el último “ello” es el Dharma (la verdad que realizó) (en visión budista).
Yo soy Espíritu, en los estadios superiores van desplegándose estadios de conciencia más profundos y elevados hasta el momento en que el yo individual descubre su identidad previa con el Espíritu, no es ego, que es pura mentira, la mentira de la sensación de identidad separada. “No soy yo, es Cristo quien vive en mí” , el último yo es Cristo, no yo (JAC).
Y la última cultura es que todos y todo (todos los seres) somos miembros de la comunidad del Espíritu, (todos los holones participan de la Naturaleza del Espíritu). Todos somos miembros de la iglesia mística, del último nosotros.
El último ello del Kosmos es el Dharma, la Verdad, la Mismidad, la Talidad, la Esidad misma de todos los holones. La Verdad objetiva es que todos los holones, tal y como son, son manifestaciones perfectas de la Vacuidad, del Espíritu. ¡Esa es la última Verdad!
Precisamente porque el Espíritu se manifiesta igualmente en los cuatro cuadrantes, podemos describirlo: subjetivamente, como el “yo” del Espíritu, Belleza; objetivamente: como el “ello” del Espíritu, Verdad; culturalmente: como el “nosotros” del Espíritu, Bondad última. Cuando el Espíritu se manifiesta lo hace como sujeto u objeto, en singular o plural, de ahí los cuatro cuadrantes. Y todos estos dominios están en proceso de evolución hacia su propia naturaleza espiritual.

SEGUNDA PARTE

9. LA EVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA
La evolución de la conciencia va desde los estadios inferiores hasta los más elevados, transpersonales o espirituales.
Prescindimos de los cuadrantes exteriores y del inferior izquierda, no porque sean menos importantes, sino para centrarnos en el superior izquierda, en la dimensión individual interna. Sepamos que todos los cuadrantes son igualmente importantes.

Los estadios superiores del desarrollo.
Las estructuras básicas de la consciencia:

1-sensorio física (materia)
2-emocional fantásmica (cuerpo)
3-mente representacional (mente reprentacional) (mente)
4-mente regla – rol (m. Conop operacional concreta) (mente)
5-reflexivo – formal (formop formal operacional) (mente)
6-visión – lógica, integradora (mente)
7-psíquica (alma)
8-sutil (alma)
9-causal (Espíritu)
(10- No dual) (Espíritu). Es el estadio superior, no es ningún estado concreto, sino el sustrato en el que tiene lugar el despliegue

Los estadios medios de conciencia alcanzados hasta hoy por la colectividad llegan hasta el 5 (reflexivo – formal formop). Pero siempre ha habido personas que se han saltado esta conciencia promedio y han ascendido a dimensiones superiores.
Cada sociedad dispone de un centro de gravedad de conciencia (como de cultura…), que atrae hacia sí el desarrollo individual. Cualquiera que esté por debajo o por encima será un marginado. Los que sobresalían de la conciencia promedio en épocas pasadas eran una elite, que con muchas dificultades se elevaban por encima de la conciencia promedio.

La escalera, el escalador y la visión
Los cuatro estadios superiores de la evolución (psíquico, sutil, causal, no dual).
Los modelos evolutivos no son lineales, no son exactamente una escalera, se trata más bien de unas esferas anidadas, en las que las superiores transcienden, incluyéndolas, a la inferiores. Si la consideramos como una escalera, hay que tener en cuenta el escalador y su visión en cada peldaño.

Las estructuras básicas: la escalera
El uso de la metáfora de la escalera se debe a que, aunque los estadios superiores engloben a los inferiores y no se dé una evolución lineal, si se daña un peldaño, o estadio, inferior todos los superiores saldrán dañados.
Aparte hay un ordenamiento holoárquico cultural irreversible: las imágenes aparecen antes que los símbolos, y éstos antes que los conceptos, como las palabras antes que las frases y éstas antes que los párrafos. Los holones básicos se erigen sobre sus predecesores y los incorporan a su propia estructura. No es posible invertir este ordenamiento, como en la escalera.

El yo: El escalador
(El yo subjetivamente hablando es una persona, una sensación de identidad separada)
En el caso de la evolución de la conciencia la acción real tiene mucho que ver con el escalador, es ahí donde se desarrolla la acción. El yo, el escalador posee capacidades que son ajenas a la escalera.
La escalera carece de sensación de identidad separada, pero el yo se identifica con los peldaños y genera distintas sensaciones de identidad. (Wilber las llama: identificación ,organización, voluntad o atención, defensa, metabolismo y navegación).
Escalera y escalador son cuestiones totalmente diferentes.
En cada uno de los peldaños del desarrollo el yo tiene cuatro alternativas entre las que elegir, los cuatro impulsos de todo holón: la individualidad, la comunión, la autotranscendencia y la autodisolución. Y en todos los peldaños puede haber un desequilibrio en estas cuatro alternativas y darse una patología. De ahí que nos encontremos con una escala de patologías.

Los fulcros
A cada uno de estos pasos W. lo denomina fulcro. Un fulcro describe el importante proceso de diferenciación e integración que tiene lugar durante le crecimiento y el desarrollo del ser humano. Es una bifurcación que aparece en el camino evolutivo del yo. La forma de gestionarlo determinará el futuro del individuo. Cada uno de los peldaños es un fulcro.
La estructura básica de cada fulcro es trifásica: 1º fase, el yo evoluciona, asciende a un nivel de conciencia y se identifica con él (fusión/identificación). 2ª fase, comienza a ir más allá de ese nivel, a diferenciarse de él y transcenderlo (diferenciación/transcendencia). 3ª fase se identifica con el nuevo nivel superior (integración/inclusión). Descansa sobre los anteriores, que se ven integrados en el proceso global de expansión.
Y en el caso de que haya problemas en cualquier escalón, vendrán las patologías, más graves, cuanto más bajo sea el escalón.

La emergencia de un nuevo mundo: diferentes visiones del mundo
Cada uno de los peldaños del proceso de desarrollo evolutivo nos brinda una visión diferente del mundo. En cada uno el mundo es en realidad diferente. A medida que la conciencia evoluciona, surgen espacios diferentes que acompañados también de diferentes mundos.
Cada peldaño nos proporciona una sensación de identidad diferente, un tipo diferente de las necesidades del yo, y un tipo diferente de actitud moral, aspectos distintivos de los distintos mundos a los que se accede.

Algunos ejemplos de la escalera, el escalador y el paisaje

Estructura básica necesidades del yo sensación de identidad sensación moral

Sensoriofísica(F1) fisiológicas autística premoral
Simbiótica premoral 0. Deseo mágico

Emocional-fantásmica (F2) impulsiva-pertenencia 1. Castigo/obediencia

Mente rep (F3) seguridad impulsiva I Preconvencional 2. Hedonismo ingenuo
Autoprotectora

Mente regla/rol(F4) pertenencia conformista II convencional 3. Aprobación de los demás
Conformista consciente 4. Ley y orden

Mente reflexivo-formal (F5) autoestima consciente III postconvencional 5. Derechos del individuo
Individualista 6. Principios universales
De la conciencia

Visión-lógica (F6) autorrealización autónoma integrada

Psíquica (F7) autotranscendencia Séptimo estadio superior
Universal-espiritual

Sutil (F8) autotranscendencia

Causal (F9) autotranscendencia

Escalera (escalador)

La mente regla/rol comienza a emerger hacia los 7 años. Acata reglas mentales complejas y asume roles sociales. Comienza el fulcro de este nivel. 1 habrá de asentar bien los pies en él (identificarse). Sensación de identidad conformista. La necesidad básica es la pertenencia. La actitud moral es la aprobación convencional de los demás.
Cada peldaño que se sube supone realizar los tres pasos de cada fulcro: desidentificarse o transcender el peldaño anterior, identificarse con el nuevo, adquiriendo una nueva visión del mundo y una nueva actitud moral.
Ningún yo se halla sencillamente ubicado en un solo estadio, participa de los niveles inferiores también y a veces de los superiores. Y hay todo tipo de regresiones, saltos hacia delante, experiencias cumbres… Hablamos sencillamente de un promedio. El sistema del yo tiene su propio centro de gravedad, lo cual quiere decir que parte de sus elementos compositivos están en el estadio del centro, otros están más arriba o más abajo.

La patología
Cuando un fragmento del yo, v.c. el yo impulsivo queda desgajado del proceso de transcendencia, el resto del yo seguirá el ascenso, pero ese quedará anclado en el sótano. E interpretará al mundo a través de sus categorías. Así pueden darse personas muy evolucionadas intelectualmente y muy atrasadas moralmente.

Los estadios del desarrollo espiritual
Antes de llegar a los estadios superiores se han de pasar todos los inferiores, aunque puede hacerse a más o menos velocidad.
Ha sido muy popular el modelo de “un solo paso”, “todo lo que no es ego es divino” pero esto no es así, hay muchos estados no egoicos que son prerracionales y no transrracionales. Se trata del fenómeno pre/trans.
Pero las cosas no son tan sencillas, no se pasa de bellota a bosque con un simple salto cuántico, antes hay que ser roble…
Una persona puede tener en un momento una experiencia cumbre, que le permita vislumbrar la profundidad, pero lo cierto es que deberá crecer y desarrollarse hasta llegar a integrarla en su propia estructura y asentarse en ella.

La religión chata
Las experiencias cumbres son el atisbo del paisaje que hay que recorrer.
Y además el desarrollo cognitivo es condición necesaria, pero no suficiente para el desarrollo moral. Se puede ser un nazi muy brillante.
Una persona puede vislumbrar un nivel muy elevado de la escalera y negarse a vivir en él. Es necesario que el centro de gravedad del individuo se desplace hacia él. Que el sujeto se transforme hasta llegar a las esferas más profundas de la conciencia.
En los círculos del “nuevo paradigma” hay resistencia a aceptar la noción de estadios, al igual que a aceptar la noción de holoarquía.
Los americanos son la encarnación de la visión chata del mundo, de la espiritualidad de un solo paso. Un mundo chato que requiere un dios igualmente chato, con un paradigma chato, según el cual no es necesaria ninguna transformación. La religión del dios chato es fundamentalista y tiene su dios y su diablo y tiene sus inquisidores…

Freud y Buda
Hay que acudir a la psicología, mal llamada, profunda, mejor sería inferior, para curar los aspectos disociados del yo inferior y así tener toda la energía para saltar a la transcendencia, al desarrollo superior. Tenemos que unir a Freud y a Buda, hoy que es posible.
El desarrollo espiritual termina desembarazándose de la escalera, lanzándose a la Vacuidad. Ya no hay dentro y fuera, sujeto y objeto, aquí y allí, antes y después, ya nos habremos convertido en Kosmos. La chispa divina resplandecerá en cada visión y en cada sonido… eso somos.




EN EL CAMINO A LO GLOBAL: PRIMERA PARTE
La mayor parte de las aproximaciones del nuevo paradigma afirman que estamos viviendo en una aldea global, en una red planetaria…
Pero un mapa global es una cosa y cartógrafo capaz de vivir de vivir de acuerdo a él es otra. Una perspectiva global no es algo innato en el homínido.
Es desde dentro y más allá de esa perspectiva global es desde donde emergen los estadios genuinamente espirituales o transpersonales.

Vamos a subir por la escalera. Primer peldaño

La matriz primordial
Llamemos nacimiento al comienzo. El bebé es fundamentalmente un organismo sensoriomotor, un holón que transciende e incluye las células, moléculas, átomos…, pero no tiene desarrollado el lenguaje, la lógica… el “yo es, por así decirlo, material”. Está identificado con el mundo físico, todavía no se ha diferenciado. Es la matriz primordial, el estadio oceánico…es la fase 1 del primer fulcro.
El yo no está más allá de la dualidad, sino más acá de ella. El niño ni siquiera es consciente de la dualidad. Un narcicismo totalmente primario.
El niño puede desplazarse en principio cuanto quiera horizontalmente, pero no puede moverse verticalmente. Los teóricos de la visión chata se basan en este desplazamiento horizontal.
La forma de consciencia más superficial y limitada es ésta. En muchos y diferentes sentidos este estado de fusión es la antítesis misma del despertar, de la compasión y del amor auténticamente espirituales.

El trauma del nacimiento
El primitivo estadio evolutivo es el fulcro 0, el anterior al nacimiento. Este fulcro como todos tiene una dinámica trifásica. Lo ha estudiado muy bien S. Grof (las matrices perinatales) En algún momento de la vida posterior por diversas causas este fulcro puede ser reactivado.

El falso yo
Un trauma en cualquiera de los fulcros puede dar lugar a un complejo patológico que infecte el desarrollo subsiguiente. El yo puede permanecer fundido o atrapado en un estadio, generando una fijación y así tendrá dificultades para una diferenciación clara y para la integración posterior. Esta patología provoca una lesión en la conciencia que obstaculiza el desarrollo posterior.
El yo comenzará a mentirse a sí mismo. El yo real siempre estará ahí, pero sobre él se desarrollará un falso sistema del yo. La esencia de la represión consiste en mentirse a sí mismo sobre lo que realmente está ocurriendo en el propio psiquismo. Así se origina el inconsciente personal. El locus de la mentira es del yo es el inconsciente.
Las partes disgregadas de la consciencia consumen parte de la energía del yo. La terapia debe enmendar esta falta de sinceridad.
Al atravesar los distintos fulcros hay que prestar atención a los posibles problemas.

Fulcro 1. La incubación del yo físico
En este estadio el yo es sensoriomotor. A los 4 meses el niño separa las sensaciones físicas de su cuerpo y del entorno. Empieza la diferenciación del fulcro 1, hasta los 9 meses.
La diferenciación es el nacimiento real del yo físico. Si no se da esta diferenciación (donde termina el cuerpo físico y empieza el entorno) tenemos la psicosis, el adualismo, la incapacidad para establecer las fronteras físicas del yo, a la que acompañan alucinaciones e ilusiones narcisistas
Estos síntomas, aunque muy raramente, pueden darse por influjo de una consciencia sutil o transpersonal.

Fulcro 2. El nacimiento del yo emocional
En el fulcro 1 el niño permanece emocionalmente fundido con el entorno, sobre todo con la madre. El niño considera que lo que él está sintiendo lo siente todo el mundo que ve. Y que si el no ve (si se tapa los ojos) tampoco los demás lo ven.
Su identidad es biocéntrica y ecocéntrica, se halla fundido con la biosfera. Lo biocéntrico es muy ecocéntrico.
Hay una expansión horizontal, pero no vertical. Es superficial y narcisista.
Entre los 15 y 24 meses el yo emocional comienza a diferenciarse del entorno emocional. Es el nacimiento psicológico o emocional del niño. Surge la sensación de identidad separada. Se diferencia no se disocia. Diferenciación es preludio de la integración (posterior y) superior.
Hemos de tener en cuanta en contra de lo que piensan los retrorománticos que la fusión de los primeros meses no es beatitud, sino ignorancia, y que todo aquello que no ha sido transcendido nos hace cautivos, no libres.
El estadio del fulcro 2 es agridulce. El estadio previo es un estadio de letargo, pero no de beatitud. Cuando nos despertamos como yo emocional separado, hemos transcendido el estadio de fusión anterior, hemos ganado en profundidad, pero nos queda un largo camino hasta la integración superior.
Si el yo no se diferencia, permanece fundido con ese estadio emocional narcisista, el yo carecerá de fronteras emocionales reales, tendrá los problemas fronterizos entre la psicosis y la neurosis: problemas narcisistas y bordeline. El yo carece de una sensación de identidad coherente.

(Página 223 del libro cuadro de las estructuras básicas de conciencia, sus fulcros, patologías y tratamiento pertinente.)

Fulcro 3. El nacimiento del yo conceptual
El yo conceptual transciende el yo emocional, la mente representacional está compuesta por imágenes, símbolos y conceptos. Es el estadio preoperacional de Piaget.

Las imágenes surgen a los 7 meses, se trata de una representación casi física del objeto, por ejemplo la imagen de la Kala, que representa el color, la altura, la forma del hocico… que es la perra de Pepi.

Los símbolos son operaciones cognitivas más complejas. Sería los nombres propios. Se representa a un objeto. En el caso anterior sería el nombre “Kala”. Empiezan a los 2 años, hasta los 4.

El concepto. A partir de los cuatro años. Son operaciones cognitivas que representan a un conjunto de objetos. V.c. perro.
Todas estas estructuras básicas permanecen en la conciencia como capacidades básicas y así empieza a aparecer un yo especialmente mental, que se identifica con la mente conceptual.
A partir de aquí empieza a aparecer el mundo lingüístico, el mundo noosférico. Es una verdadera revolución.
En el fulcro 3 comenzamos a adentrarnos en la noosfera.

Toda neurosis es una crisis ecológica
El mundo lingüístico es nuevo y abre un nuevo espacio. Es un mundo temporal y por tanto histórico, ahora el yo puede pensar en el futuro y en el pasado (planificar y recordar, guardar rencor…) Puede reprimir impulsos inferiores, cosa que el yo anterior no podía, puede sencillamente negar la biosfera. Esta represión en lo individual es una neurosis, y en lo colectivo la negación de la biosfera es una crisis ecológica.
Normalmente el yo conceptual reprime la sexualidad y la agresividad. Este fulcro ya tiene un yo suficientemente fuerte para poder reprimir, en los fulcros anteriores era imposible. Por tanto la neurosis supone un paso adelante con respecto al fulcro 2.
Existe una jerarquía de sistemas de defensa del psiquismo. Pero si estos sistemas se desproporcionan el psiquismo termina devorándose a sí mismo, tenemos una patología. Así el yo comienza a mentirse a sí mismo, se hace opaco a sí mismo. Pero, hay una mentira psicótica, una bordeline, otra neurótica… y el falso yo puede hacerse cargo de la situación o explotar en una crisis… aquí vienen las terapias interpretativas de la Mano Izquierda.
En cualquier nivel del desarrollo, la existencia puede apoyarse en el yo real de la sinceridad o en el falso yo de la mentira. Y los diferentes niveles de la mentira son los diferentes niveles de la patología.

Las primeras visiones del mundo: Arcaica, mágica, mítica
Cada fulcro nos da una visión nueva del mundo. La visión del mundo es el aspecto que asume el Kosmos desde un determinado peldaño de la escalera de la evolución de la conciencia.
Al fulcro 1 corresponde la visión arcaica, al 2 la mágica, al 3 la mítica…
En el fulcro 2 las imágenes y los símbolos rudimentarios no se diferencian claramente de los objetos que representan. Así si se manipula una imagen se cree que se manipula el objeto, v.c. el vudú.
Cuando se acerca al fulcro 3 el niño se da cuenta que no puede manejar mágicamente el mundo, e intenta que otro lo maneje por él. Así aparecen los dioses…
La visión mítica del mundo comienza con la mente rep(representacional), prosigue con la mente regla/rol y se desvanece con la visión racional del mundo.

Fulcro 4. El nacimiento del yo rol
En Piaget es conop (operacional concreto) Va desde los 6 o 7 años hasta los 11-14. Implica capacidad para aprender reglas mentales y asumir roles mentales. Capacidad para asumir el papel de los demás.
En este estadio se ha dado un paso más hacia lo global.
La actitud moral cambia de una egocéntrica y preconvencional a una convencional y conformista.

Cambios de paradigma
Se da un cambio total de visión del mundo, y un profundo cambio de la sensación de identidad, de la actitud moral y de las necesidades del yo.
Al llegar a este punto el adulto habrá experimentado media docena de cambios de paradigmas, nosotros tendemos a expulsar de nuestra conciencia esos recuerdos de niños. Cuando los niños experimentan un cambio de paradigma, el paradigma anterior desaparece totalmente de su conciencia. Y el nuevo yo reinterpreta todos los acontecimientos de su vida anterior desde la nueva perspectiva.
Cuando analizamos lo que nos ha sucedido en etapas anteriores de nuestra vida, deformamos realmente lo que ocurrió.

11 EL CAMINO HACIA LO GLOBAL. II PARTE

Hemos llegado al cambio del fulcro 3, preconvencional, al fulcro 4, convencional. Todo el proceso de evolución de la conciencia es una batalla contra el egocentrismo.

Evolución versus egocentrismo
La evolución consiste en una continua disminución del egocentrismo, un continuo descentramiento.
En el momento en que aparece la capacidad de asumir el rol de los demás, la perspectiva egocéntrica experimenta otro cambio radical y pasa de ser egocéntrica a ser sociocéntrica.

El fulcro 4 (Cont.): los guiones de la vida social
Lo importante de este estadio es cómo me relaciono con mis roles, con mi grupo… Actitud sociocéntrica. Pero la expansión del ego se limita al grupo, no va más allá. Etnocentrismo. Es una postura de mítico-pertenencia, la visión es aún mitológica y se expande el respeto a los que pertenecen a la misma mitología, la misma cultura. No hay una actitud mundicéntrica, que se dará en el fulcro 5.
En este fulcro el yo ha de atenerse a los guiones. Muchos de estos son absolutamente necesarios, son los medios a través de los cuales el sujeto va más allá de sí mismo y penetra en el círculo intersubjetivo de la cultura.
Algunos de esos guiones pueden ser distorsionados, y la persona dispondrá de máscaras y mitos sociales falsos y dañinos. Son las mentiras sociales que alimentan el falso yo. Este es el objetivo de la terapia cognitiva (terapia familiar, análisis transacional, terapia narrativa…) en la que se hace frente a losa guiones distorsionados.

El fulcro 5.El ego mundicéntrico y maduro
Entre los 11 y 15 años aparece en la cultura de occidente el estadio de las operaciones formales (formop) que permite operar sobre el pensamiento, pensar sobre el pensamiento.
Así la persona puede empezar a imaginar mundos diferentes, “ qué ocurriría en caso de…” Un mundo ideal es posible. Por eso la adolescencia es la edad de la razón y de la revolución. El mundo interno se abre al ojo de la mente. Se puede pensar sobre las reglas y los roles.
Al final deberá integrar los roles sociales sin perderse en ellos (identificación, diferenciación, integración) transcendiéndolos.
Un nuevo descentramiento. Mi grupo no es el único…
Se trata de una transformación realmente difícil, pero, cuando ocurre (a mayor profundidad, menor amplitud) nos encontramos con la primera actitud auténticamente universal, mundicéntrica. Es el trampolín para acceder a cualquier desarrollo posterior superior.
Por primera vez en el curso de la evolución, el Espíritu contempla a través de sus ojos y ve un mundo global, un mundo descentrado del yo y de lo mío, un mundo que exige atención, respeto, compasión y convicción, un Espíritu que despliega sus propios valores intrínsecos, y que sólo se expresa a través de la voz de quienes tienen el coraje de permanecer en el espacio mundicéntrico y no caer en compromisos inferiores más superficiales.

Diversidad y multiculturalismo
La moralidad convencional es sociocéntrica y la postconvencional es mundicéntrica y basada en el pluralismo universal.
El multiculturalismo subraya la diversidad cultural pero esta actitud propia del fulcro 5 es muy infrecuente, muy difícil de lograr. La actitud universalmente pluralista es realmente multicultural y postconvencional, pero la mayor parte de los individuos son egocéntricos y etnocéntricos, por eso Vd. Ha de ser tolerante con individuos que no lo son.
Parece que sólo el 4% de los habitantes de EEUU son postconvencionales. Se trata de una elite. Sin embargo, los multiculturalistas afirman. Es una elite. Sin embargo, los multiculturalistas afirman (no sólo tratan a todos por igual, lo cual es bueno) sino que todos los individuos (y puntos de vista) son iguales. Es muy difícil llegar a esta visión de igualdad de todos, la mayoría de la gente no la ha alcanzado. Pero no todas las actitudes son equiparables. Unas son mejores que otras (una mundicéntrica mejor que una sociocéntrica) El multiculturalismo al uso se niega a hacer estos juicios, afirma que ¡todas las actitudes son iguales! Que tratan como la mejor y tratan de imponerla.
Se trata de la patología propia de este estadio. “Crisis de identidad”, porque ¿Quién es usted cuando comienza a cuestionar su cultura, se distancia de los prejuicios sociocéntricos y etnocéntricos y se independiza de ellos?
Los multiculturalistas padecen una crisis de identidad global, afirman que cualquier clase de elitismo es mala, y su propio yo es elitista y se ven obligados a distorsionarlo. Pasan de decir que todo debe ser juzgado de forma equitativa a decir que nada debe ser juzgado, y terminan sosteniendo una postura elitista que niega su propio elitismo.
Afirmar que todas las posturas son iguales supone afirmar la superficialidad preconvencional y etnocéntrica.
Es una patología de una mente adolescente, del desastre de la modernidad.

El fulcro 6. La integración corpomental del centauro
Es el último gran estadio ortodoxo.
La estructura básica es la visión – lógica, o lógico – global, una estructura de conciencia muy global e integradora. No dicotómica. Esta estructura unifica las partes separadas, y cuando se asienta en una auténtica transformación interior sirve de soporte a una personalidad integrada. Es cuando el yo se identifica con la visión – lógica. Integración entre mente y cuerpo, noosfera y biosfera que configura un yo que ha superado el aislamiento, un yo integrado en redes de responsabilidad y servicio.
Resumen de la investigación realizada por Broughton: “La mente y el cuerpo como experiencias de un yo integrado”. En este estadio el yo es perfectamente consciente tanto de la mente como del cuerpo: el yo observador de ambos como objetos de conciencia, comienza a transcenderlos.
El yo observa al comenzar a transcender la mente y el cuerpo, le permite comenzar a integrar la mente y el cuerpo: “centauro”

Es un estadio trifásico, como todos.
Fusión inicial: mente formal
Diferenciación: yo observador, mente objeto
Integración: con el resto de los componentes de la conciencia, cuerpo, mente, impulsos…

La locura aperspectivista
Centauro o nivel existencial. En este punto de la evolución uno se encuentra a solas consigo mismo, ha dejado los roles y reglas convencionales, el etnocentrismo… pero puede malograr la libertad conseguida. Libertad que es aperspectivista (término de Jean Gebser) La visión – lógica es aperspectivista porque dispone de una multiplicidad de puntos de vista y no privilegia automáticamente a ninguno.. Todas las perspectivas son relativas, pero no todas igualmente adecuadas, unas son relativamente mejores que otras: el mundicentrismo es mejor que el etnocentrismo… La locura aperspectivista olvida esto y afirma sin exclusión que todo es relativo y que no hay nada mejor que otra cosa. Pero, claro, su afirmación es mejor que las otras.
El Espíritu en la visión aperspectivista contempla el mundo a través de multitud de puntos de vista. Un descentramiento más.

La antesala de la transpersonal
El yo real del estadio existencial no se contenta con las distracciones existenciales, no se consuela con lo trivial. La tarea fundamental del fulcro 6 es la emergencia del yo auténtico, del yo existencial y para ello el yo finito debe morir y los dioses míticos y la ciencia racional no pueden salvarlo. El descubrimiento del auténtico ser–en–el-mundo exige la asunción de la propia contingencia, de la propia mortalidad, de la propia finitud.
Los existencialistas han descubierto que mentimos sobre nuestra finitud, creando símbolos de inmortalidad, mentimos sobre nuestra propia responsabilidad ocultándonos en el Otro, o en el rebaño. La autenticidad existencial es prerrequisito imprescindible para entrar en el reino de lo transpersonal sin el lastre de las mitologías o arrebatos etnocéntricos.
La patología de este estadio es la falta de sentido. El yo existencial ha probado todo lo que el dominio de lo personal puede ofrecerle y no le resulta satisfactorio, pero sigue anclado en el dominio de lo personal. ¿Para qué intentar la “fortaleza” si todo termina convirtiéndose en polvo?
Para el alma existencial lo personal se ha convertido en algo insubstancial. Está en la antesala de lo transpersonal.

CAP. 12 LOS DOMINIOS SUPRACONSCIENTES

1ª PARTE

En el estadio del centauro el yo observador toma conciencia de la mente y el cuerpo y empieza a transcenderlos.
El yo observador conduce directamente a Dios, inserta nuestra conciencia en el Infinito. El yo observador es el Yo, Testigo, Presencia, Cristo, Buda… Vacuidad.

Donde la mente queda atrás
El Testigo ha estado presente desde el comienzo mismo, como la forma básica de consciencia, no es más que la consciencia de todo holón, pero, va haciéndose cada vez más patente a medida que evoluciona el proceso de crecimiento.
En el estadio del centauro la consciencia está empezando a desidentificarse de la mente, puede contemplarla, verla, experimentarla… se convierte en un objeto del Testigo.
Las tradiciones místicas aparecen en este momento de la evolución, cuando el yo abandona la mente y se basan en una serie de experiencias sobre la consciencia.
¿Qué sucede cuando la consciencia va más allá de la mente, hasta una dimensión que no se halla confinada al ego ni al yo individual?
El Yo observador termina desplegando su propio origen, que es el mismo Espíritu, la misma Vacuidad. En esas profundidades místicas el Yo se funde con el Yo del Kosmos en una Identidad Suprema que eclipsa la totalidad del mundo manifiesto. Se desata el nudo del yo separado.

Los estadios transpersonales
Un puñado de hombres y mujeres recorrieron a lo largo de los siglos estos caminos y nos dejaron un mapa detallado de los mismos. Basados en el estadio actual de la investigación podemos hablar de cuatro niveles: psíquico, sutil, causal, no dual, cada uno de los cuales proporciona una visión distinta del mundo: misticismo natural, misticismo teísta, misticismo informe, misticismo no dual. Se trata de estructuras básicas, niveles discretos e identificables y visiones del mundo muy concretas. Cada una de ellas posee una estructura, sensación de identidad, actitud moral, necesidades, etcétera, diferentes.
Pero siempre la acción real no tiene lugar en la escalera, sino en el escalador.
El desarrollo real del yo en estos estadios, como en todos, no es exactamente lineal, no obstante el centro de gravedad tiende a centrarse en torno a una determinada estructura.
Se puede ir más o menos aprisa, pero se han de superar todos y cada uno de los estadios.

El fulcro 7: El nivel psíquico
A mi juicio (K.W.) constituye un estadio de transición entre la realidad cotidiana ordinaria y los dominios transpersonales. Aumenta la posibilidad de ocurrencia de fenómenos paranormales. En él una persona puede disolver provisionalmente la sensación de identidad separada y experimentar el misticismo natural. En este estadio no hay separación entre sujeto y objeto, entre el yo y el mundo natural. No hay dentro y fuera. El Yo Superior puede ser llamado el Yo eco-noético, o Alma del Mundo.
No es un salto brusco, se viene preparando desde el primer nivel o fulcro 1. Éste es un paso más hacia delante en el camino que conduce a la experiencia real de la identidad esencial del hombre con todos los seres vivos. La conciencia mundicéntrica es un paso más, una superación de los prejuicios antropocéntricos. Cada nueva emergencia es ir descubriendo más aspectos del mundo externo como algo realmente interno, integrándolo como una parte de tu propio ser. Es como si una mañana se despertasen las moléculas y tomaran consciencia de que los átomos están dentro de ella, formando parte de su propio ser. Es despertarse una mañana y descubrir que la naturaleza forma parte de ti mismo (no a la inversa) y en consecuencia se cambia la forma de tratarla.

La consciencia transpersonal no es el fruto de una transformación de un solo paso, sino fruto de un muy largo proceso de transformaciones.

La ecología profunda y el ecofeminismo
La experiencia fundamental de la ecología profunda: descubra ese Yo profundo que engloba la naturaleza y luego trátela con el mismo respeto con que se trataría a sí mismo.
Pero, reducen esta experiencia a la Mano Derecha, al cuadrante inferior derecho, concluyendo: todos somos hebras de la gran red, cayendo en un holismo empírico que sólo tiene en cuenta la dimensión funcional y externa, es más negando la existencia de toda interioridad.
Pero, en la experiencia mística usted no es una hebra de la gran red, sino que es la totalidad de la red. Usted hace algo que una simple hebra no podría hacer, transcender la red y fundirse con la totalidad.
Interpretar esta experiencia en términos de sistemas de redes de vida es muy pobre interpretación.
Desarrollo de la argumentación contra los ecologistas…página 276.
Le experiencia es muy genuina, pero la interpretación muy inadecuada.
No queremos quedar atrapados en un chato mapa holístico que es el paradigma fundamental de la Ilustración, que no tiene en cuenta para nada la profundidad de la Mano Izquierda. Que reduce todo “yo” y todo “nosotros” a “ellos” interrelacionados, toda profundidad interior a mero ajuste funcional y todas las dimensiones translóguicas y dialóguicas a monológuicas.

El eneagrama y el esqueleto básico
Todos los desarrollos del nivel psíquico comparten el hecho de tener un pie en el reino ordinario y personal y el otro en los dominios transpersonales.
Todos las fenómenos psíquicos comparten la misma estructura profunda, la que supone haber comenzado a transcender en la realidad ordinaria. (Algunos de estos fenómenos: viajes chamánicos, sensación abrumadora de lo numinoso, despertar espiritual espontáneo, liberación de traumas del pasado…)
Todos estos fenómenos son objetos que pueden ser percibidos en este nuevo espacio psíquico del mundo, como en el mundo sensoriomotor se perciben las piedras… Para percibirlos la cognición se ha de desarrollar hasta el nivel 7, el psíquico.
Cualquier nivel de conciencia es un espacio más amplio (que el anterior nivel) del mundo en el que puede presentarse un amplio abanico de fenómenos.
Los niveles no expresan más que el esqueleto al que hay que dotar de carne. Así está la teoría de las inteligencias múltiples de Martín Gadner (talento musical, artístico, atlético, matemático…) Las estructuras básicas inferiores no son eliminadas, sino transcendidas, y, por tanto, integradas por las superiores. No desaparecen sino que adquieren nuevas dimensiones psíquicas. Hay, además, una gran variedad de tipos que se presentan en cada uno de los niveles de conciencia.
El eneagrama: presenta nueve tipos fundamentales de personalidad, presentes en cualquier nivel de conciencia (9*9 = 81) Cuando comienza a desarrollarse, durante los tres primeros fulcros, la personalidad tiende a instalarse en uno de los nueve tipos eneagramáticos, dependiendo sobre todo de la disposición innata de los mecanismos de defensa. Estos tipos dominan la consciencia hasta el fulcro 7, el comienzo del dominio transpersonal, en donde se empieza a transformar en su correspondiente sabiduría.
Es una idea tántrica: si se entra despierto en un estado inferior, se terminará transformando ese estado en su correspondiente sabiduría. Así en los niveles superiores los tipos eneagramáticos posibilitan también el despliegue de la sabiduría correspondiente. El eneagrama no cubre bien las dimensiones sutiles o causales, pero incorpora la sabiduría psíquica transpersonal.
En todo caso los tipos y los niveles cubren las dimensiones horizontales y verticales.
Es un ejemplo de cómo se va articulando el esqueleto básico.

Fulcro 8. El nivel sutil
El nivel “sutil” simplemente se refiere a aquellos procesos que son más sutiles que la consciencia vigílica ordinaria, las iluminaciones, sonidos interiores,… los estados expandidos del amor y la compasión,… y también los estados patológicos sutiles.
Es el misticismo teísta. El estado de fusión den la Deidad es el comienzo del fulcro 8.

(El misticismo natural: Nirmanakaya. El misticismo teísta: Samboghakaya. El misticismo causal: Dharmakaya)

Las estructuras profundas de los niveles superiores se hallan presentes de manera potencial en todos los seres humanos, pero al irse desplegando sus estructuras superficiales reales van siendo moldeadas por los cuatro cuadrantes.
Las profundidades deben ser interpretadas y esas interpretaciones son imposibles fuera del contexto que proporciona las herramientas de la interpretación, el sustrato de la interpretación. Las estructuras profundas están dadas, pero no las superficiales, y la experiencia misma tiene un componente interpretativo que supone la existencia de unos sustratos que no existen en el psiquismo individual (culturales, conductuales…)
Pero la realidad básica de la experiencia interior sutil no es algo construido artificialmente por la cultura, sino que está ahí, es un acontecimiento ontológicamente real, aunque no está en los niveles inferiores. Esas experiencias existen en el espacio sutil y ahí es donde hay que buscarlas.

Jung y los arquetipos
Los arquetipos jungianos son formas psíquicas primordiales heredadas. Representan experiencias típicas comunes a las que se han visto expuestos todos los seres humanos en todo tiempo y lugar: experiencia del nacimiento, de la madre, del padre, de la sombra, del viejo hombre sabio, del mentiroso, del ego, del ánima y del ánimus (femenino y masculino) Es una sedimentación en el psiquismo humano de millones y millones de experiencias…
El análisis jungiano analiza e interpreta el inconsciente individual y el estrato colectivo en el que éste se halla inmerso. Los arquetipos jungianos son colectivos, no transpersonales. La mayor parte de los arquetipos pertenecen a las etapas mágica y mítica.
Colectivo no es igual a transpersonal, espiritual, ni místico.
Hay algún tipo de arquetipo jungiano raquíticamente transrracional como el hombre sabio, el mandala, el yo…

Los arquetipos reales.
Los arquetipos reales son (según todas las tradiciones místicas) las semillas-formas sutiles de las que depende toda manifestación, son las primeras formas básicas que emanan de la Vacuidad y de las que depende toda forma posterior, son la pauta original, el molde primordial, son una Consciencia comparada con la cual toda cognición es un mero reflejo. Son una experiencia meditativa imposible de comprender hasta que se realice la experiencia.




CAP 11 LOS DOMINIOS DE LO SUPRACONSCIENTE
SEGUNDA PARTE

Los arquetipos nos permiten contemplar el Rostro de lo Divino, y esto no puede ser desdeñado como “pura metafísica”. Si no se hace la experiencia meditativa y se descubren los datos por uno mismo, no se puede negar su existencia. Después de la experiencia vendrá la interpretación. No se puede demostrar el Teorema de Pitágoras a quien esté en el nivel mágico… Tampoco las experiencias sutiles a quien está en los estados inferiores. Hay que practicar: meditar.

El fulcro 9. Lo causal
Fulcro9: La Vacuidad pura. Estado de consciencia discreto, identificable, es absorción, cesación sin manifestación. Equiparable al estado de sueño sin sueños. No se experimenta como un vacío, sino como una plenitud que ninguna manifestación puede llegar a contener. Este Yo puro que nunca puede ser visto como objeto es la Vacuidad pura.
Todo lo que sabemos sobre nosotros son objetos de nuestra consciencia, no son el Yo observador, son lo que se ve, no El que ve. Cuando nos describimos a nosotros mismos enumeramos una retahíla de identidades erróneas, que no son el Testigo.
Hay que dar un paso atrás y desindentificarnos del cualquier objeto. El que ve no es pensamiento, ni sensación, ni objeto… es lo que contempla todo esto, pero que no puede ser contemplado. El yo que se contempla contemplando tampoco es el Yo, pues éste no puede verse, no es objeto.
Permanecer en la Consciencia observadora, contemplándolo todo es una experiencia enorme de sensación de libertad, sensación de no estar atado a ninguno de los objetos vistos. Se es una inmensa libertad, se es apertura, claro, Vacuidad.
Cualquier intento de ver al Testigo puro es identificarse con el tiempo, porque el Testigo está fuera de la corriente del tiempo y del espacio, no es objeto, ni sujeto alguno.
Nosotros identificamos Quien ve con las menudencias que pueden ser vistas t éste es el origen mismo de la esclavitud. El Testigo es la ausencia de todo sujeto y de todo objeto, es la liberación de todo esto. El Testigo puro no está en la corriente del nacimiento y la muerte, es no nacido, no viene, ni va; no es que permanezca después de la muerte, es que ni siquiera está en la corriente.
Y esta Vacuidad no nacida es la que nos permite liberarnos de lo nacido, del sufrimiento inherente al espacio y ala tiempo…
No es difícil entrar en contacto con el Testigo, pero, vivir desde esa Libertad es algo muy diferente. El Testigo es lo Causal sin manifestar, el sustrato creativo de todas las otras dimensiones, es Dios, Tao, Alá, Brahman… Capacidad “Autotranscendente”.
Vacuidad, creatividad, holones… que se desarrollan siguiendo los veinte principios, o sea, la forma en que se despliega la pauta de toda manifestación. Esta pauta encarna el impulso creativo a alcanzar mayor profundidad… mayor desarrollo que finalmente retorna a su sustrato infinito en la Vacuidad, que no es un emergente, sino el sustrato s9in fundamento y que estaba presente desde el comienzo en la profundidad de todo holón.

Lo no dual
Para las tradiciones no duales la cesación no es el estado último. La sensación de ser un Testigo “aquí” termina desvaneciéndose y el Testigo resulta ser idéntico a lo atestiguado.
Es el segundo significado de la Vacuidad, no es un estado discreto, sino el sustrato de todos los estados, la realidad misma de todos ellos.
No se contempla el cielo, se es el cielo. No hay nadie contemplado el paisaje, se es el paisaje, hay sólo paisaje. El mundo real le viene dado de forma inmediata de una sola vez, en una sola sensación, en un solo Sabor.
El mundo real viene dado de forma inmediata, de una sola vez, no una aquí y otra ahí. Es un singular que carece de plural… La dualidad es ajena a la inmediatez de la experiencia. La experiencia real antes de que usted (todo el libro está escrito en forma de diálogo) la cercene es ajena a toda dualidad. En la experiencia de la montaña, usted es usted y la montaña. Montaña, pero son dos facetas de una sola experiencia, de la misma experiencia.
Si usted se relaja en la experiencia presente, la sensación de identidad separada desaparecerá, usted dejará de contraerse ante la vida, ya no tendrá una experiencia, sino que se convertirá en experiencia. Ya no se halla en el cuerpo-mente, porque éste ha desaparecido, ya no hay usted, sino el mero despliegue de lo numinoso emanando espontáneamente instante tras instante en una dimensión en la que no hay lugar alguno en el que encontrar al yo separado.
Usted es Vacuidad pura, “es el sonido de una mano aplaudiendo”. Ya no hay nada ajeno. Todo es Kosmos, Totalidad.
Pero este estado no es algo que se pueda alcanzar, porque es la condición misma de toda experiencia antes de que usted la cercene. Es anterior al esfuerzo, es el mundo real antes de que usted haga algo con él. Es un estado del que resulta imposible salir, usted siempre ha estado en él, nunca ha salido de él, nunca ha habido un solo instante en el que no estuviera contemplando su Rostro Original. Y el objetivo de las tradiciones no duales n0o es producir este estado, sino señalárselo.
Los dualismos siguen apareciendo en este mundo, pero son verdades relativas, no son la última palabra.
El problema de dualismo no puede resolverse, sólo puede disolverse en el sustrato primordial no relativo. Deja a los dualismos tal cual son, poseyendo una cierta realidad relativa y convencional.

La inmediatez de la presencia pura
William James y Bertrand Russell estaban de acuerdo en este punto crucial: la no dualidad de sujeto y objeto en la conciencia inmediata.
La experiencia pura no está dividida en exterior e interior, en ella no hay dualidad.
No es difícil tener un atisbo, un sabor, una vislumbre de lo no dual, y éste es el comienzo. Cuando usted descansa en este estado no creado de inmediatez pura… comienzan a ocurrir cosas raras. Todas las tendencias subjetivas con las que usted se había identificado comienzan a consumirse en el fuego liberador de la no dualidad. Pero las muertes de estos yoes son muy intensas. Usted no tiene que hacer nada, sólo se mantiene ahí.
Poco importa el tipo de experiencia que aparezca porque el estado natural, no dual, es anterior a la experiencia. Usted debe permanecer en ese esfuerzo sin esfuerzo durante un tiempo y morir de continuo esas pequeñas muertes.

La iluminación
Pero los dualismos siguen presentándose. Es la dinámica misma de la manifestación. El Espíritu se manifiesta como sujeto y objeto, de forma singular y plural… Nosotros no podemos suprimir la existencia de esos cuadrantes, pero sí ver a través de ellos hasta atisbar su misma Fuente. Esto es muy fácil y lo más difícil.
Existen dos escuelas sobre el estado iluminado: causal y no dual.
Las tradiciones no duales no tratan de cambiar su estado, sino de despertar su reconocimiento de lo que siempre ha sido.
La naturaleza Esencial de todo estado ya tiene Un Solo Sabor y siempre está ante nuestros propios ojos. Hay que aprender a descubrirla, como el juego de descubrir las palabras en un conjunto informe (aparente) de letras…
La Esencia de las tradiciones no duales es: Morar en la Vacuidad y abrazar toda Forma. La Liberación está en la Vacuidad, pero ésta abraza toda Forma como un espejo refleja todos los objetos.


TERCERA PARTE. EL MUNDO CHATO

Cap. 14 Los ascendentes y los descendentes
Resumen de lo visto hasta el momento:
- De la Vacuidad emergen creativamente los holones y evolucionan siguiendo los veinte principios.

- Todos los holones poseen cuatro capacidades (individualidad, comunión, autotranscendencia, autodisolución) El motor de la evolución es el impulso autotranscendente, y su desarrollo es holárquico. Los holones evolucionan a mayor profundidad, y cuanto mayor es ésta, mayor es su conciencia y mayor el riesgo de tener problemas.

La evolución es un proceso dialéctico.
Cada holón presenta cuatro facetas: individual – colectivo, interior – exterior.
En los seres humanos la reflexión sobre los cuatro cuadrantes les lleva a tener consciencia de su situación y conciben varios tipos de conocimiento, varios tipos de búsqueda de la verdad y de pruebas de validez: verdad, veracidad, rectitud, ajuste funcional.
Las dos dimensiones exteriores pueden ser descritas con el lenguaje del ello. Los cuatro cuadrantes se resumen en el Gran Tres: Bello, Bueno y Verdadero; yo moral, ciencia; arte, ética y objetividad.
El lenguaje del ello requiere un abordaje empírico, el del yo y del nosotros requiere la interpretación. Las superficies pueden ser vistas, pero las profundidades han de ser interpretadas.
Los cuatro cuadrantes son irreducibles unos a otros. No podemos fijarnos sólo en los aspectos exteriores.
En la evolución interior se procede de lo prepersonal a lo personal y después a lo transpersonal. La evolución interior implica una escalera de estructuras básicas, un escalador o fulcros y un paisaje o visión del mundo. Así la sensación de identidad, las necesidades y la actitud moral discurren a través de los diversos estadios (fisiocéntrico, biocéntrico, egocéntrico, etnocéntrico,…) y las patologías propias de cada estadio.
Se han visto someramente los cuatro estadios superiores (psíquico, sutil, causal, no dual) y sus misticismos correspondientes.
A lo largo de nuestra evolución de conciencia colectiva futura han de surgir los estadios transpersonales, y lo harán en los cuatro cuadrantes (intencional, conductual, cultural y social) Está aún por ver las formas que asumirá dicha evolución.
El Espíritu deviene cada vez más consciente de su condición. De subconsciente a autoconsciente y a supraconsciente. El mismo Espíritu que ha estado plenamente presente a lo largo de todo el proceso de desarrollo. Así las Formas se revelan como el despliegue creativo de la Vacuidad en un universo de Un Solo Sabor. No existe ningún punto final, sólo la incesante gracia de la Vacuidad.


Así es como va desplegándose el luminoso juego, gesto atemporal tras gesto atemporal… extasiado en su perfecta entrega… maravillosa danza autoliberadora… sin que haya nadie para contemplarla, ni cantarle alabanzas.

La Gran Holoarquía
El hecho es que el sustrato cultural de la mayor parte de la historia de la humanidad contiene algún tipo de Gran Holoarquía.
La Gran Holoarquía ha sido la filosofía oficial predominante durante casi toda la existencia de la mayor parte de la humanidad.
Esta situación acabó en Occidente con la Ilustración, empeñada en cartografiar la Gran Holoarquía con el mapa monológuico y empírico. Y la mirada monológuica no puede acceder a lo interior, por tanto el yo y el nosotros desaparecieron de la vista, y se negó su existencia. Se decidió el mundo chato, en el que solo está lo grande y lo pequeño, pero no lo mejor y lo peor. Sólo lo cuantificable. Un mundo descualificado, despojado de valores y sentido, de conciencia y cualidades. Se produjo el colapso del Kosmos, y todo se quiso reducir al cosmos.
Y el Occidente moderno perdió el contacto con la Gran Holoarquía.

Lo intramundano versus lo ultramundano
Existen en la Gran Holoarquía dos direcciones posibles, la ascendente (transcendente o ultramundana) y la descendente (inmanente o intramundana)
Pese a la opinión de siglos Platón no es un filósofo ascendente, sino que reconoce la importancia de ambos movimientos. Reconoce que toda creación es una manifestación perfecta del Espíritu, porque el Uno se derrama en todas las formas.
Estas dos corrientes que debieron permanecer siempre unidas en la historia, se separaron y originaron una contienda. Pero tanto en Platón como en Plotino ambas corrientes se hallaban fundidas.
Plotino nos ofrece una Gran Holoarquía, una jerarquía anidada en la que disponemos de dos posibles movimientos: ascendente y descendente, a los que Plotino llamaba Flujo y Reflujo.
Los gnósticos llegaron a descubrir el Uno causal, pero no llegaron al no dual. Son ascendentes. Plotino acusa a los gnósticos de profanar las creaciones del Espíritu.

La sabiduría y la compasión
El camino de ascenso es el camino de la sabiduría, el descenso es el de la compasión.
El de ascenso o sabiduría, o prajna, nos permite ver que Toda Forma es Vacuidad. El de descenso o compasión, o karuna, nos permite ver que la Vacuidad es Forma. La Sabiduría nos permite advertir que los muchos son Uno, y la Compasión que el Uno es muchos. Sabiduría = Eros, Compasión = Ágape. Eros = Dios y Ágape = Divinidad.
Eros lucha por el bien del Uno en la sabiduría transcendente, mientras que Ágape engloba a los muchos con un respeto divino por todo lo inmanente.

Dos dioses diferentes
La guerra entre los ascendentes y los descendentes ha terminado convirtiéndose en el problema central característico de la mente occidental.
Durante el milenio que va de S. Agustín a Copérnico el ideal de Occidente es ascendente fundamentalmente. Las corrientes ascendentes existen en toda sociedad agraria, que tiende a afirmar la ilusoriedad de este mundo y terminan condenando la tierra, el cuerpo, los sentidos, la sexualidad, la mujer…
La vida está bien, pero lo realmente importante viene después de la muerte…
Con el Renacimiento todo empezó a cambiar… y los ascendentes fueron reemplazados por los descendentes. Para el modernismo lo ascendente se convierte en el nuevo pecado. La asunción de lo descendente sin atisbar mínimamente lo ascendente es el origen de la visión de un mundo chato, sin sentido ni espiritualidad.
Este marco de referencia chato y descendente ha determinado la condición moderna y postmoderna.
Para el mundo moderno la salvación, venga de la política, de la ciencia, de la sexualidad… sólo puede ser encontrada en esta tierra, en el mundo de los fenómenos, en la pura inmanencia… no existe nada transcendente, superior. Es la visión chata del mundo.
La visión descendente se halla tan arraigada en la cultura occidental que hasta los activistas del nuevo paradigma están atrapados en sus garras.. el marco de referencia descendente impregna por igual la ortodoxia y la vanguardia… lo industrial y lo ecológico. Y esta visión es una de las causas de la crisis ecológica.

Cap 15. EL COLAPSO DEL KOSMOS

El gran obstáculo que encontró la evolución al llegar al Renacimiento e Ilustración fue la no diferenciación del Gran Tres. Pero e la diferenciación pasó a la disociación y a la negación de la existencia del yo y el nosotros. Y la dignidad de la Ilustración se convirtió en miseria.

El esplendor de la modernidad
En la era agraria los determinantes biológicos eran determinantes culturales. No se había diferenciado el Gran Tres, la noosfera y la biosfera permanecían indiferenciadas. Lo único importante era la fuerza masculina. Al separar yo, cultura y naturaleza aparece el poder de la mente, de la razón y la mujer se independiza, empieza la abolición de la esclavitud, aparecen las democracias, la sociedad deja de ser agraria y se va convirtiendo en industrial-racional.
El dios mítico es agrario y etnocéntrico, es el dios de un pueblo concreto, o el de todos los pueblos que le rindan pleitesía, o un dios mundicéntrico por derecho de conquista militar. Este tipo de jerarquías de dominio suele tener una sola cabeza (papa, rey, khan…) que se halla en la cúspide y bajo la cual se despliegan diversos niveles de servidumbre. Todas estas sociedades guerrearon en nombre de su dios, o diosa, mítico predilecto, ante el cual debían postrarse todos los seres humanos.
En consecuencia la Edad de la Razón fue también la de la Revolución en contra de las grandes jerarquías de dominio.
Desde una postura postconvencional todas las personas son merecedoras de las mismas oportunidades.
En cambio en la estructura agraria no se podía ni pensar en la emancipación de los esclavos, era insostenible la estructura.

La miseria de la modernidad
De la diferenciación del Gran Tres se pasó a la disociación y de ahí a la negación de todo lo no empírico. El cientificismo quiso acaparar toda la verdad y todo conocimiento. Y el Gran Tres se colapsó en el Gran Uno y la ciencia empírica se arrogó la facultad de pronunciarse sobre la realidad última, y se excedió de sus dominios. Se determinó que lo único real eran los “ellos” objetivos poseedores de localización simple. El Espíritu y la Mente desaparecen, y lo mismo la supraconsciencia y la autoconsciencia, sólo queda el inconsciente inserto en un vasto sistema de ellos interrelacionados.
Cuando lo único realmente real son “ellos” objetivos poseedores de localización simple, la mente misma se convierte en una tabula rasa que debe ser llenada con imágenes de la única realidad existente, la naturaleza objetiva y sensorial. Entonces el Espíritu y la Mente desaparecen y lo único que existe es la naturaleza empírica

La racionalidad instrumental: un mundo de “ellos”
¿Por qué la ciencia aplastó los otros dominios? Confluyeron dos elementos: los logros alcanzados por la ciencia empírica (todos dominios del “ello”) y las extraordinarias transformaciones logradas por la industrialización (también dominios del “ello”) Dos fuerzas a favor del “ello”.
Las bases tecnoeconómicas de una civilización imponen las formas concretas en las que se puede mover una determinada cultura. No es que determine la superestructura cultural (marxismo), sino que impone los límites y la libertad de movimiento (el agua no puede salirse del vaso, pero no la produce el vaso "digo yo"). Ahora bien, la base industrial constituye también el fundamento de la productividad instrumental.
Toda cultura se desarrolla dentro de un marco de posibilidades que le proporciona su fundamento macroeconómico y, en este sentido, la industrialización favoreció el desarrollo de una mentalidad productiva, técnica e instrumental que enfatizó el dominio del “ello”.
Lo realmente esencial en esto es la presión ejercida por la base productiva sobre la conciencia para privilegiar el dominio del “ello”, para crear un mundo en el que el “ello” es lo único real. Tanto la ciencia atomista, como la holística se hallan al servicio del “ello”. La idea de que el cerebro forma parte de la naturaleza y de que la conciencia puede ser descubierta, mediante el estudio empírico del cerebro, supone una lamentable reducción a las superficies monológuicas. El cerebro forma parte de la naturaleza, pero la mente no forma parte del cerebro. La mente es una dimensión interna y su correlato externo es el cerebro, al que puedes ver. A la mente no la puedes ver, la has de interpretar, y para ello tienes que dialogar.
Cuando reducimos el Kosmos a la gran red de la naturaleza empírica, desnaturalizamos también el interior de la naturaleza. La dimensión interior carece de localización simple, sólo puede compartirse mediante la comunicación sincera, y a ella sólo se puede acceder por el diálogo y la interpretación.
Con el dominio del “ello” las únicas holoarquías ontológicas posibles se basarán en la extensión física, los órdenes de magnitud reemplazarán a los órdenes de significado, sólo se podrá discriminar la diferencia de tamaño.
La falacia de la localización simple: lo que puede ser localizado en un espacio físico no es realmente real. Y esto nos ha llevado a un universo sin sentido.


El paradigma fundamental de la Ilustración
Frase de Foucault, con la locura monológuica los hombres se transformaron en “objetos de información , nunca en sujetos de comunicación”.
El cientificismo apareció al mismo tiempo que las ciencias del hombre, el humanismo deshumanizado. Es la Era del Hombre de Foucault, porque se inventó al hombre como objeto de investigación.
Y hoy se conoce como conocimiento a la reducción de todos los sujetos a objetos en una gran red interrelacionada. La ironía de una racionalidad chata. El mundo se unidimensionalizó. Ni Espíritu, ni mente, sólo naturaleza sin interioridad. Al dios fragmentado ascendente, se le sustituyó por el dios fragmentado descendente. La naturaleza vacía, sin Espíritu, y el hombre moderno y postmoderno deambula entre los humeantes escombros de la quimera de buscar la salvación infinita en un mundo finito.

La ironía, el talante de la modernidad
La gran ironía de la modernidad ha sido conseguir la diferenciación del Gran Tres con sus avances y a la vez haber propiciado el colapso del Kosmos en las exterioridades absurdas y superficies sin significado. La misma razón que liberó a la humanidad está a punto de destruirla. ¡Una mayor libertad para ser superficial!
La ironía implica que el objetivo buscado y los resultados obtenidos son totalmente desproporcionados, la ironía es un tipo de mentira que permite que un falso yo suplante al verdadero.
El colapso del Gran Tres y la exaltación de la mera naturaleza empírica fue un proceso de achatamiento y superficialización. Ningún creyente mítico lo aceptaría.
El mundo moderno no tiene Espíritu sino ironía. La conciencia moderna y postmoderna ha asumido la extenuante misión de negar su propia existencia.

La voz del marco referencial industrial
Muy pocos, pese a lo que puedan decir, se hallan en condiciones de asumir una perspectiva mundicéntrica. Se tienen que haber superados los cinco o seis estadios anteriores. El único camino que nos lleva de verdad a esa consciencia es el de la Mano Izquierda. Y la industrialización nos ha llevado al mundo de la mononaturaleza de localización simple.
En otras culturas no descubrimos este colapso, pues la naturaleza es prediferenciada, o es una encarnación del Espíritu. ¡Nunca antes la naturaleza diferenciada se había equiparado a la realidad última! Este concepto de naturaleza es un producto de la industrialización. Si la naturaleza es la única realidad, o bien ésta es el Espíritu, como quieren los retrorrománticos, o no hay tal Espíritu, como sostienen los filósofos de la Ilustración, pero ambos estaban atrapados en la misma visión descendente.
Para Platón y para Plotino la naturaleza es una expresión del Espíritu, lo mismo que la mente.
Sólo en la aurora de la modernidad pudieron aparecer Marx, Feuerbach o Comte, los románticos y los ecofilósofos. De modo que el movimiento ecorromántico es un producto de la industria, no una rebelión contra ella, pues mantienen la ontología industrial de que la naturaleza es la única realidad. La religión de Gaia es una de las formas que asume la religión industrial.
En las eras mágica y arcaica no se había diferenciado la naturaleza, por tanto, no se adoraba.
El moderno marco de referencia descendente está destruyendo a Gaia porque la despoja de su interioridad. Y la religión de Gaia es uno de los principales mecanismos de transmisión del moderno marco de referencia descendente.
Sólo en la integración del Gran Tres y no en el dominio de uno de ellos, podemos hallar la salvación. Hay que volver a la transcendencia y luego descender a las formas.
Este marco de referencia descendente es en el que se haya instalado y estancado el mundo moderno y postmoderno, y es el marco de referencia que determina nuestros objetivos, nuestros deseos, nuestros logros y nuestra salvación.
Quienes más atrapados están en esta visión chata del mundo, son quienes más alto cantan sus alabanzas.

Cap. 16 El ego y el eco
La rebelión postilustrada empezó entre los siglos XVIII y XIX por las profundas contradicciones inherentes al paradigma fundamental de la Ilustración.

Ego versus eco
Las dos fuerzas enfrentadas fueron: la Ilustración racionalista y el romanticismo de la naturaleza. Y ambas eran fuerzas del marco de referencia descendente. La Ilustración racional y el romanticismo natural participaban de la misma ontología (industrial): zafarse por completo de todo lo ascendente, (no integrar lo ascendente y lo descendente en la Esencia no dual). Ambos participaban de la misma visión chata del mundo, pero la Ilustración lo hacía de un modo racional, calculado y metódico y los románticos se apoyaban en la sensación, sentimiento y emoción. Los románticos no querían controlar el mundo chato, sino fundirse con él. No Naturaleza, sino naturaleza.

Los dos hijos gemelos de la visión chata del mundo
Ambos afirmaban poseer la solución a los problemas de la disociación del Gran Tres. Ambos se movían en el marco descendente, pero en direcciones opuestas: El ego racional querían controlar e incluso sojuzgar la naturaleza. La vida en la naturaleza era sucia, cruel, pobre, corta, solitaria, amoral… “hay que emanciparse de la naturaleza”. Para los ecorrománticos esto era una ruptura, había que recuperar la armonía integrar al yo con la naturaleza y ambos con la corriente de la Vida cósmica.
Pero en ambos caso se trata de la misma naturaleza vacía del Espíritu, monológuica, la naturaleza como gran trama interrelacionada, como sistema de procesos empíricos. Como gran orden, que en sí mismo es la realidad última.
Y sin embargo, el problema de la disociación radica en que el marco de referencia es puramente descendente.

La verdad el ego
Ambos tenían sus verdades relativas. Para las fuerzas del ego: querían alejarse de la naturaleza porque ésta carece de valores morales conscientes, es amoral. En el mejor de los casos el mundo postmoderno tiene una moral mundicéntrica, la cual es inexistente en el mundo de la naturaleza sensorial. La moral mundicéntrica sólo la tiene un pequeño número de seres humanos, y supone haber transcendido muchas etapas anteriores. Sólo transcendiendo los impulsos egocéntricos, los compromisos inferiores, los deseos naturales y conformistas y asumiendo una actitud mundicéntrica podré descubrir mi yo más auténtico.
Kant se indignó con el empirismo chato e insensato de Hume y le respondió con la filosofía más exquisita elaborada en Occidente (¿?). A Kant se remontan casi todas las corrientes transcendentalistas modernas conocidas.
Resumiendo: la verdad del ego es que sólo es posible asumir una actitud superior y más inclusiva que permita el desarrollo de la tolerancia y de la compasión universal en las corrientes transcendentes del Kosmos.

El problema del ego
Las fuerzas del ego adolecen de graves limitaciones, Aunque todo lo que dice Kant es cierto, pero, aunque éste trató de superar la escisión existente entre el conocimiento de la moral y el de la naturaleza a través de la estética, no pudo conseguirlo. Kant reconoció que el gran fracaso de la modernidad fue no poder integrar el Gran Tres, y él tampoco pudo. Se llegó ala disociación.

El ego y la represión
La transcendencia del ego se convirtió en represión, el ego racional se elevó y terminó reprimiendo los impulsos naturales, la biosfera, y terminó arrancando sus propias raíces. Reprimió a la naturaleza tanto externa como interna, por eso apareció Freud. El ego terminó desencantando la naturaleza, cartografiándola mediante el conocimiento representacional.
Y todo esto indignó mucho a los ecorrománticos.

El reencantamiento del mundo
La rebelión romántica fue un alzamiento contra la represión del ego, que había ignorado sus raíces prepersonales y sus intuiciones transpersonales. Hay mucho de verdad en estas críticas. La escisión entre mente y naturaleza, entre mente y cuerpo, es para los románticos inadmisible. Ellos hablan de totalidad y unidad, los ilustrados de autonomía. La gran verdad romántica es la necesidad de salvar el abismo entre moral y naturaleza, y la de Kant es la necesidad de transcendencia.
Así se llegó al colapso filosófico, empate entre ambas fuerzas, y aún hoy es el problema crucial: ¿Cómo reconciliar el ego y el eco?
Para los defensores del ego la pregunta es ¿Cómo fundirse con la naturaleza sin abandonar la actitud moral mundicéntrica?
La respuesta romántica, muy pobre, se centraba en dos concepciones diferentes de la naturaleza. Para ellos la naturaleza lo abarca todo, pero de la que se ha desviado la cultura, y la está destruyendo. Pero, si la cultura se ha desviado de la naturaleza, ya no es Naturaleza, no lo abarca todo.
Los románticos comprometidos con un marco de referencia solamente descendente, confundieron naturaleza con Naturaleza, y terminaron equiparando al Espíritu con naturaleza sensorial. En la búsqueda de la Naturaleza los románticos terminaron en la naturaleza y cayeron en el agujero negro de su propio egoísmo, mientras seguían clamando el nombre de la divinidad.

El eco y la regresión
El colapso del Kosmos es el de la Naturaleza en la naturaleza.
Si se permanece abierto a las experiencias espirituales y a la vez fiel a la ontología industrial, se termina equiparando el Espíritu con naturaleza. La intuición es válida, pero la interpretación inadecuada. Y en vez de avanzar evolutivamente hacia la emergencia de la Naturaleza, se volverá a la naturaleza, a los fulcros anteriores a la racionalidad.
Esta regresión es lo distintivo de los movimientos románticos y ecofilósofos de hoy.
La única realidad espiritual para los ecorrománticos es la naturaleza, o biosfera, y la cultura la destruye necesariamente, por tanto es antiespiritual. Para estos movimientos la recuperación del paraíso perdido exige el regreso a formas de vida originales y primordiales, y toda la evolución ha sido un tremendo error.

El paraíso perdido
Este error se ha cometido en muchos dominios. La modernidad logró diferenciar el Gran Tres, pero fue demasiado lejos y la convirtió en disociación. Los románticos reaccionaron, pero creyeron que el problema estaba en la diferenciación (preludio necesario para la integración), y no en la disociación. Concluyeron que el hombre tenía que retroceder al período anterior a la diferenciación. Así se eliminaban los problemas de la disociación, pero se anulaban las ventajas de la diferenciación.
La cultura convencional es muy poco espiritual, pero hay que avanzar a lo postconvencional, no retroceder a lo preconvencional. Se trata de una regresión de la noosfera a la biosfera, cosa que le libra de las miserias de la modernidad y de sus ventajas. Lo que se hace es curar una represión con una regresión.
Si en la dinámica del ego se niega la transcendencia, se queda uno ahí, en el ego y no se da más. Pero los ecorrománticos tienen auténticas experiencias espirituales, que luego las interpretan inadecuadamente.
Usted puede contemplar la naturaleza, fundirse con el Alma del Mundo y experimentar que es uno con la naturaleza. Pero se ha de tener en cuenta que la naturaleza no es la fuente de esta intuición. Un animal con los sentidos mucho más desarrollados que los nuestros no siente esta experiencia. Se interpreta este éxtasis en un marco de referencia descendente, un marco de ontología industrial, y se confunde al Espíritu con la naturaleza, se le atribuye a la naturaleza sensorial lo que es del Espíritu postconvencional.
Si usted cree que el Espíritu, el Alma del Mundo, es un simple impacto sensorial, no se dará cuenta de que la cultura constituye una parte necesaria del camino evolutivo que conduce a una aprehensión consciente del Espíritu, y concluirá que la cultura oculta y distorsiona la mononaturaleza, en la que supuestamente reside su “yo real”.
La pesadilla retrorromántica es que soslaya por completo la causa real de los problemas de la modernidad: Diferenciación del Gran Tres, colapso en el Gran Uno y ontología industrial.
La sabiduría ecológica no es vivir de acuerdo con la naturaleza, sino ponernos de acuerdo en cómo vivir de acuerdo con la naturaleza. Es u problema intersubjetivo, de la noosfera, no una inmersión en la biosfera.
Es éste un error regresivo.

La maquinaria de la regresión
Los ecorrománticos en su regresión fueron en busca del paraíso perdido, pero no anhelaban el Espíritu atemporal, sino uno hipotéticamente presente en algún momento del pasado.
Fueron primero a Grecia, pero como ésta tenía una estructura agraria, eran patriarcales, y se fueron a culturas hortícolas, y de éstas a las recolectoras y cazadoras. Pero todas tienen acentuados aspectos desagradables, que los eco han terminado ignorando.
Terminan curando la enfermedad desembarazándose de la profundidad y siendo cada vez más superficiales.

CAP. 17 EL DOMINIO DE LOS DESCENDENTES

Schelling: integración de la mente y la naturaleza.
La Ilustración logró diferenciar la mente de la naturaleza y olvidó el sustrato transcendental que los unifica. Así terminó en la disociación. El paradigma de esta disociación es la investigación científica, el paradigma de la representación: la mente refleja la naturaleza.
Según Schelling este paradigma abrió una grieta, hizo a los seres humanos objetos de sí mismos y deshumanizó el humanismo. Schelling terminó transcendiendo el romanticismo y rechazando cualquier tipo de regresión a la naturaleza. Para él hay que ir más allá de la razón para descubrir que mente y naturaleza son dos movimientos del mismo Espíritu, que se manifiesta en los diferentes estadios sucesivos del desarrollo.
El Espíritu no es Uno se parado de los muchos, sino el mismo proceso mediante el cual es Uno se expresa a través de los muchos.

La evolución: el despliegue en el tiempo de la Gran Holoarquía.
El concepto no nació con Darwin. A partir de Leibniz los teóricos comenzaron a comprender que la Gran Cadena no es una Holoarquía que viene dada de una vez por todas, sino que va desplegándose en el tiempo. Un tiempo histórico inmensamente largo.
Y la Gran Cadena no tiene huecos, la plenitud del Espíritu llena todos los huecos, de ahí que no haya “eslabones perdidos”. Por tanto la idea de evolución era muy común antes de Darwin. (Giordano Bruno dedujo la vida en otros planetas). De hecho todo se remonta hasta Plotino.
La modernidad atada a una mano descendente, nos ofrece una evolución que acaba en la razón y no la transciende. La contribución de Darwin no fue a la teoría de la evolución, sino la teoría de la evolución por medio de la selección natural. Una teoría que en modo alguno puede explicar la macroevolución.
Los tres filósofos que más han influido en la mente occidental: Platón, Plotino y Schelling.
La idea que domina en la cultura actual es la de evolución.

La evolución: el Espíritu - en - acción
Para Schelling el proceso evolutivo es aún un proceso espiritual y se halla presente en todos y cada uno de los procesos del desarrollo en forma del mismo proceso. Y lo mismo dice Hegel, su amigo y discípulo. Para Schelling la única realidad esencial es el Espíritu, no la naturaleza, ni la mente.
El Espíritu desciende a la naturaleza, la crea y ésta no es más que Espíritu objetivo, la mente Espíritu subjetivo. L a naturaleza no es un estúpido sustrato mecánico, sino que es esencialmente espiritual, aunque ese Espíritu se halle todavía aletargado. Con la emergencia de la mente es Espíritu comienza a tomar conciencia de sí mismo, y así introduce la conciencia moral.
Para Schelling tanto la naturaleza como el ego son fases del arco total de la evolución del Espíritu. En lugar de retrotraernos al momento anterior a la diferenciación, hemos de avanzar en la evolución para superar el momento de autoafirmación “absolutistas” del ego y del eco. Para él el acto no dual de autoconocimiento del Espíritu de sí mismo es la síntesis del ego y del eco, una intuición mística directa que no se ve mediada por ninguna forma (ni la de la naturaleza objetiva, ni la de la mente subjetiva)
El Espíritu se conoce a sí mismo objetivamente como naturaleza, subjetivamente como mente y absolutamente como Espíritu.
Estos tres grandes momentos son subconsciente, consciente y supraconsciente, o prepersonal, personal y transpersonal, o prerracional, racional y transracional, o biosfera, noosfera y teosfera…
La intuición esencial de Schelling es que el Espíritu que se actualiza en forma consciente en la Suprema Identidad es el mismo Espíritu que ha estado presente desde el comienzo como la totalidad del proceso evolutivo.
Existe una profunda integración entre ego y eco, entre lo ascendente y lo descendente… el Espíritu se halla plenamente presente en todos y cada uno de los estadios de la evolución en forma de mismo proceso de autorrealización, y va desplegándose cada vez más plenamente a lo largo del proceso.
Se diferencia de los románticos en que el Espíritu transciende la naturaleza, cosa nunca admitida por los románticos. Para ellos la naturaleza es lo único que existe y mente y Espíritu no son más que hebras de la red..
Como Plotino enseñaba el “otro mundo” siempre es este mundo visto de la manera adecuada.

El desvanecimiento de la visión
En pocas décadas el marco de referencia descendente terminó devorando el idealismo y promulgando la salvación gaiacéntrica.
Pero, no podemos quedarnos estancados en los idealistas.
Errores que cometieron:
1º no desarrollar una práctica auténticamente contemplativa, una práctica realmente espiritual. Carecían de una disciplina meditativa… por eso fueron interpretados como pura metafísica, pura representación monológuica. Carecían de un camino para reproducir la conciencia transpersonal.
2º las intuiciones profundas de los dominios transpersonales se expresaron casi siempre en términos de visión-lógicos, imponiendo a la razón un objetivo que nunca podrá alcanzar. Hegel en concreto identificó l Espíritu con la razón madura, “Lo real es racional y lo racional es real”
Por supuesto que Hegel sabía de la pobreza de las palabras, pero se empeñó en que la razón debía hablar el lenguaje de los ángeles. Y esto no hubiera sido un error si hubiera diseñado prácticas para el desarrollo evolutivo, como hicieron los maestros Zen, que disponen del zazen o meditación, que les sirve para asentar sus intuiciones en criterios experimentales. El Zen es mucho más que un simple proceso de cartografiado.
El idealismo al no tener una metodología para reproducir sus intuiciones, hace que estas no sean fácilmente reproducibles y tampoco falseables. “Mera especulación”

El dominio de los descendentes
El fracaso del idealismo dejó el camino libre a los descendentes. No tardó Feuerbach, discípulo de Hegel, en afirmar que cualquier tipo de espiritualidad, de ascenso, era una proyección potencial de los humanos en un “ultramundano” totalmente imaginario. Pero Feuerbach confundía lo mítico con lo transpersonal, lo ignoraba.
Y tras él, Marx y todo el mundo moderno sigue sus pasos: “No existe nada fuera de la naturaleza y los seres humanos”

Internet
Forma parte de la nueva base tecno-económica (cuadrante inferior derecho). Es en sí misma neutra, depende del uso.
La Red es una estructura exterior que no garantiza en absoluto la transformación interior. La humanidad se halla globalmente en gran parte en modalidades de conciencia preconvencionales egocéntricas y como mucho sociocéntricas, y la Red no cambiará esta conciencia, en todo caso está contribuyendo al estancamiento o a una regresión.

La religión de Gaia
Los principales problemas de Gaia no son la superpoblación, el agujero de ozono… sino la falta de comprensión y acuerdo mutuo en la noosfera en cómo afrontar estos problemas.
El hecho es que al despojarnos de la transcendencia el marco de referencia descendente nos despoja de la única posibilidad de salvar a Gaia, pues el logro de una moral mundicéntrica nos exige un proceso de crecimiento y transformación interior, pertenece al mundo del yo y el nosotros y no al del ello.
La terrible verdad de la condición moderna es que el odio a la transcendencia es la forma a través de la cual el marco de referencia descendente se reproduce en la conciencia de aquello mismo que está destruyendo.

CAP. 18 EL DESVELAMIENTO DE DIOS

La escritura en la pared
Muchas personas tienen intuiciones verdaderamente espirituales, pero, atrapadas en el marco descendente, las interpretan mal. Atrapadas en la disociación entre el yo, la cultura y la naturaleza interpretarán las intuiciones en función (los defensores del ego) del Yo superior, teniendo en cuenta los componentes intencionales, pero sin tener en cuenta los componentes conductuales, culturales y sociales, totalmente necesarios para una auténtica transformación, en tal caso el Yo Superior aparece como una especie de Yo hiperautónomo, que nada tiene que ver con los asuntos sociales, conductuales, culturales, que crea su propia realidad… O puede interpretar (los defensores del eco) estas intuiciones como fusión con la naturaleza, pero que interpretada como mononaturaleza, o naturaleza empírica, le impedirá transformarse interiormente y poder devenir uno con la Naturaleza (habrá experimentado una unión con la montaña, pero no ha devenido uno).
La disociación moderna se halla tan arraigada en la mentalidad moderna que la interpretar una experiencia espiritual se interpreta desde el mundo fragmentario del marco descendente de la modernidad, y así se exalta un cuadrante y se ignoran los otros, con lo que se deforma la intuición.
Las interpretaciones afortunadas de las intuiciones espirituales favorecen la emergencia de una nueva profundidad, pero las desafortunadas tienden a dificultarlas.
Y esto es porque las interpretaciones son llevadas a cabo desde un solo cuadrante y no rinden tributo a los cuatro cuadrantes, o lo que es lo mismo al Gran Tres: lo Bueno, lo Bello y lo Verdadero. Fragmentan el pleno desarrollo del Espíritu.

El Yo superman
Parece con la interpretación desde el ego, como si el hecho de conectar con nuestro Yo Superior fuera a resolver todo tipo de problemas. ¡Como si el Yo real fuera superman! Pero, de hecho las cosas suceden al revés de lo que interpreta esta teoría. Cuanto más en contacto se halle el Yo Superior, más comprometido estará usted con el mundo y con los demás, como un componente de su auténtico Yo, el Yo en el que todos somos Uno. La Vacuidad es Forma. Cuando usted conecte con su Yo superior una de las primeras cosas que hará será comprometerse con el Mundo (dar de comer al elefante) y respetar cada uno de los holones como forma de manifestación de lo Divino. Aunque no todo sea igual, como veremos. Ciertamente en la Suprema Identidad, uno está asentado en la Libertad, que se manifiesta como compasión, atención y respeto.
Un Yo que ignore el resto de los cuadrantes aborta su propia realización y se mantendrá encerrado en su propia conciencia hasta llegar a secarse.

El maravilloso yo de la Gran Red de Gaia
Hay mucha gente buena con verdadera intuición del Espíritu, pero que la interpreta en términos del ello. Reduciendo el Espíritu a una especie de suma de todos los fenómenos o procesos interrelacionados en una gran red (cuadrante inferior derecho). Todo esto tiene mucho de verdad, pero es una visión sin las dimensiones interiores, es una interpretación monológuicas.
Tratan, frente al atomismo y el mecanicismo, desde la física, biología, teorías sistémicas… demostrar objetivamente que la naturaleza del universo es holística, pero todas ellas son ciencias monológuicas. Se trata de una interpretación genuina, pero, inadecuada del Espíritu, porque ignora las dimensiones del yo y del nosotros. No hacen más que hablar de la Totalidad, pero el mero hablar no cambia nada, sigue siendo una interpretación monológuica. Adoran a la biosfera, convertida románticamente en Biosfera y a su gran amada la naturaleza (no Naturaleza)
Una experiencia de fusión cósmica, no lo es con la naturaleza (mono), sino con los cuatro cuadrantes de la Naturaleza, no es con un mundo de localización simple, sino con el Espíritu que se manifiesta de cuatro formas siempre.
La sabiduría ecológica no consiste en vivir de acuerdo con la naturaleza, sino en ponernos de acuerdo en cómo vivir de acuerdo con la naturaleza, en cómo integrar el Gran Tres. Y este estado es un esfuerzo largo y arduo de transformación.
La actitud fundamental de los ecologistas y multiculturalistas de respetar las diferencias individuales sólo puede ser producto de una conciencia mundicéntrica, que aparece en los fulcros postconvencionales, y no el resultado de zambullirse en los preconvencionales (volver al hombre primitivo…). Estamos favoreciendo la superficialidad y la fragmentación.
Así sólo se alimenta la falta de crecimiento, de desarrollo, de transcendencia, de evolución; sólo se promueve la cultura de la regresión y la política del narcicismo.

Mas allá de la mente postmoderna
La modernidad es considerada por las grandes religiones como el gran movimiento antirreligioso. Y así es, pero mató al dios mítico. Pero el Espíritu está presente en todos los momentos del proceso. La razón es más profunda que el mito, y en este sentido represente un mayor desarrollo de las potencialidades del Espíritu. La razón libera la luz atrapada en el mito y la distribuye entre los oprimidos de la tierra, liberándolos de sus cadenas.
Las alabanzas al pasado y el odio al presente suelen basarse en una falsa comparación. Se coge lo peor de esta cultura y se compara con lo mejor del pasado.
Por supuesto que hay que ir más allá de la mente postmoderna, pero no regresando a épocas anteriores, sino transcendiéndola.

Cada época de la evolución humana parece girar n torno a una idea central.
Recolectora: El Espíritu está integrado en el cuerpo de la tierra.
Hortícola: Pero el Espíritu exige sacrificio.
Agraria: Los distintos pasos del desarrollo del Espíritu están, de hecho, dispuestos según la Gran Cadena del Ser.
Modernidad: La Gran Cadena se despliega en el tiempo evolutivo.
Postmodernidad: Nada está dado, el mundo no es tanto una percepción, como una interpretación. (No es la locura aperspectivista).

Y los pensadores religiosos antimodernos se hallan atrapados en la visión agrícola del mundo y ni siquiera comprenden la modernidad y postmodernidad. No parecen comprender las manifestaciones modernas del Espíritu y menos aún las postmodernas.
Para éstas no existe nada predado, para la mentalidad agraria, todo lo contrario, todo está eternamente ahí, más allá del despliegue del tiempo y del desarrollo.
Y es precisamente la identificación del Espíritu con la visión agraria la que impide el reconocimiento moderno y postmoderno del Espíritu.

La transformación del mundo y el abismo cultural
A trompicones en el mundo ha habido un proceso de transformación de una sociedad racional-industrial a una informática visión-lógica. No es una transformación espiritual, pero sí muy profunda .
A lo largo de su historia la raza humana ha experimentado seis grandes transformaciones culturales (inf. izdo.) que se suelen resumir en tres: agraria, industrial e informática. Estamos al comienzo de la tercera-sexta o “tercera ola”
Esta transformación está impulsada por una base tecno-económica de transferencia de información digital (inferior derecho), que conlleva una nueva visión del mundo con un nuevo centro de gravedad socio cultural, la sociedad visión-lógica informática, con una nueva modalidad del yo, un yo centáurico con nuevas pautas intencionales y conductuales (superior izquierdo) que debe integrar su materia, su cuerpo y su mente para ajustar funcionalmente su conducta (superior derecho) al nuevo espacio del mundo.
Pero esto corresponde a un orden muy elevado y supone una terrible carga sobre el mundo.
Cuanto mayor es la profundidad de la transcendencia, mayor es la dificultad que conlleva la inclusión. Y la pesadilla es que pese al espacio superior del mundo, cada ser humano ha de empezar su desarrollo particular por el primer fulcro. Y cuanto más niveles de desarrollos verticales tenga una cultura mayor es la probabilidad de que las cosas vayan mal. Los sociedades más profundas han de afrontar mayores riesgos en los cuatro cuadrantes.
Cuanto más peso soporta el centro de gravedad de una determinada sociedad (cosa que ocurre cuando más individuos suben de un nivel a otro) mayores son sus dificultades para integrar verticalmente a individuos que presentan distintos niveles de desarrollo.
Y lo peor de todo no es el abismo económico, sino el cultural, el abismo de valores que impide la integración en el nivel que ofrece la sociedad. Porque la integración de los individuos en ese nivel se posibilita, pero no se garantiza. Este abismo entre el nivel ofrecido y los individuos que de hecho lo alcanzan crea una tensión que genera patologías culturales.
Y lo más grave aún en esta sociedad chata es que ni siquiera puede pensar en el abismo cultural, porque para ella todo tiene la misma profundidad, 0. No se reconoce ni la existencia del problema.
Y si nuestra visión del mundo sigue sin permitirnos reconocer el problema, no está lejos el momento en que el abismo cultural termine provocando un colapso en nuestra cultura.

La ética medioambiental
La crisis medioambiental y el abismo cultural son en realidad el mismo problema. Salvo por el temor, es imposible respetar las cuestiones globales.
Sólo será posible solucionar la crisis ecológica, salvando el abismo cultural. Pues sólo el punto de vista postconvencional y mundicéntrico puede permitir el reconocimiento real de la crisis y dar la fortaleza necesaria para tratar de modificarla. Y para ello es necesario que un número considerable de individuos alcance el desarrollo postconvencional.
Las discusiones sobre ética ambiental se basan en la axiología, la teoría de los valores.
Cuatro escuelas:
Bioigualdad. Todos los holones vivos tienen el mismo valor (ecólogos profundos y ecofeministas)
Hay diferentes derechos entre los animales. En función de los sentimientos trazan la línea divisoria.
Jerárquica u holoárquica. Las entidades más complejas son las que más derechos tienen. Primero los humanos.
Cuarta escuela: el ser humano es el único que posee derechos, pero estos incluyen el respeto y la gestión de la tierra y de los seres vivos.

Para Wilber: tres tipos de valor: Valor Sustrato, valor intrínseco y valor extrínseco.
Valor Sustrato el que corresponde por ser una manifestación perfecta de la Vacuidad. En este sentido todos los holones tienen el mismo valor. Toda Forma es Vacuidad.
Valor intrínseco el que corresponde a cada holón por ser una totalidad relativa, es el valor de la propia profundidad. Un simio tiene más que un átomo.
Valor extrínseco o instrumental el que corresponde a cada holón en tanto que una parte relativa. Es un valor para otros. A mayor amplitud mayor valor extrínseco.

Derechos: Los derechos expresan las condiciones de existencia del valor intrínseco de un holón, las condiciones necesarias para preservar su individualidad y conservar su profundidad.
Deberes: En cuanto parte todo holón es responsable de la conservación de la totalidad. Las responsabilidades expresan las condiciones de existencia del valor extrínseco del holón.

Holón = Totalidad Parte
V. Intrínseco V. Extrínseco
Derechos Deberes o responsabilidades

El fracaso en asumir las responsabilidades implica el fracaso en establecer las condiciones necesarias de existencia de holones… que conllevaría nuestra propia destrucción.

En el paradigma de la visión chata se ha terminado confundiendo derechos con deberes.

La versión ego ilustrada nos habla de derechos sólo del ego. Todos los demás holones son meras partes.

La versión eco romántica no admite más holón que la Gran Red. El único valor intrínseco, todos los demás somos meros instrumentos. Es un ecofascismo.
Llegan a confundir valor Sustrato con valor intrínseco, y así llegaron a la bioigualdad.

Es necesaria una ética medioambiental que respete los tres tipos de valores.


La intuición moral básica
La regla fundamental: Promover y proteger la mayor profundidad posible para la mayor amplitud posible.
Cuando yo intuyo al Espíritu no sólo la intuyo para mi yo, sino también en el dominio de los seres que comparten el Espíritu conmigo. Y además me siento impulsado a implementar este despliegue espiritual en el mayor número posible de seres, en los dominios del yo, del nosotros y del ello.

Adiós a la visión chata del mundo
Será imposible una auténtica transformación, que en parte ya está en marcha, si no se logra integrar el Gran Tres. No podemos construir el mañana sobre las llagas del ayer. Es necesaria la emergencia de un nuevo tipo de sociedad que integre la conciencia, la cultura y la naturaleza y abra paso al arte, la moral y la ciencia. Pero para ello hay que librarse de la visión chata del mundo.
La solución está en la integración de las corrientes ascendente y descendente, de modo que la sabiduría y la compasión puedan aunar sus esfuerzos en la búsqueda de un Espíritu que incluya y transcienda este mundo.
En lo más profundo del corazón, el juego finaliza, la pesadilla de la evolución concluye y usted se encuentra exactamente en el mismo punto en el que se hallaba antes de comenzar la representación. Usted reconoce su propio Rostro Original.””