miércoles, 4 de agosto de 2010

Apunte sobre la cultura

Un apunte acerca de la cultura

Es muy normal en nuestra sociedad utilizar la palabra cultura. Pero particularmente en nuestros días, con motivo de la prohibición del “Parlament català” de que en el territorio de su jurisdicción se celebren corridas de toros a partir de enero del año 2.012, es insistente el recurso a dicho vocablo. Son los defensores del mantenimiento de las corridas los que utilizan asiduamente la palabra: “cultura” para apoyar su postura a favor de la llamada”fiesta nacional”. Se oyen constantemente, refiriéndose no al animal sino a las corridas, que “los toros son arte, son cultura, son tradición”,.

No voy a entrar en discusión sobre el tema (¡aunque llamar a España “la piel de toro”! Suena muy mal, es quedarse muy corto con la expresión...), sobre todo porque no es el objetivo de este escrito. Y también, porque cualquier discusión es inútil si sólo se habla a la razón, es necesario un cambio de conciencia (no sólo moral, también ontológica) y de actitud, de lo contrario la razón estará cerrada y “se obligará a Galileo a retractarse por decreto”. No sería posible hablar con un ciudadano de la Roma imperial de la conveniencia de comprar en el supermercado. Y las diferencias de conciencia no son sólo cronológicas. Este cambio entre otras cosas es don, un don que se entrega a todos, como la luz, pero tan sólo los que tienen el corazón abierto (las puertas de la casa abiertas) lo reciben en su interior. “Quien tenga oídos para oír que oiga” nos dice el Maestro de Nazaret, a todos llegaba su palabra, mas no todos la recibían. La razón buscará siempre motivos, no siempre auténticos, que “justifiquen” las actitudes preconcebidas, el ejemplo más patente lo tenemos en las “ideologías”.

Me está llamando mucho la atención el recurso constante que se está haciendo a la cultura para justificar en este caso las corridas de toros, pero podrían ser otros. Cuando afirmamos “eso es un fenómeno cultural” esperamos que nuestra sentencia sea definitiva y sin apelación posible. Por el mero hecho de ser cultural parece que cualquier cosa queda plenamente justificada. Ante tamaño desatino no puedo guardar silencio. Estoy percibiendo que la palabra “cultura” tiene en cada (casi) boca que la utiliza un significado diferente, no significa lo mismo para un torero que carece de formación alguna, para un erudito en las artes plásticas, para un investigador, para un político... Por descontado que dicha palabra es ambigüa, tiene varios significados, pero lo que no puede tener nunca es un significado distinto para cada persona, que es lo mismo que no tener significado alguno. Sinceramente deseo que cualquier persona que me afirme: “eso es cultura”, me explique a su vez qué entiende por cultura (erudición, arte, creatividad, información, conocimiento, técnica, vida, costumbre, tradición ¿cuánto tiempo necesita algo detrás para ser tradicional?, escritura manual, forma de conciencia, culturismo físico, capacidad atlética, conocimientos musicales... o todos ellos a la vez). Cuando un vocablo sirve para significar muchas cosas, termina no significando nada, por ejemplo: cosa, es un simple comodín. Puede significarlo todo, así no significa nada salvo por el contexto que será el que le dé el significado concreto en cada caso.

Me preocupa muy seriamente las afirmaciones que se están propagando por los defensores de las corridas, también por los políticos que las defienden, en el sentido de que los toros (las corridas de) son un bien cultural. ¿Qué significan con eso de “bien cultural”? Me encantaría que me lo describieran, no pido una definición, sino una simple descripción que nos pueda situar a todos sobre el mismo tema.

Por mi parte en este breve escrito voy a acudir al “Diccionario de la lengua española de la Real Academia”.

Dicho diccionario (normativo y por lo tanto conductivo para los que hablamos esta lengua) dice que cultural es lo perteneciente o relativo a la cultura.

Y a cultura le da varios significados (es ambigüa o polivalente):

Etimológicamente procede del latín “colo, colui, cultum” = cuidar el campo, labor agri, agri-cultura: “cultura” = cultivo (del campo). Es claro que a este significado no se refieren los que hablan de cultura en los debates taurinos.

Anteriormente por culto se entendía el homenaje que se tributa a Dios. A éste significado tampoco.

Resultado o efecto de cultivar los conocimientos humanos y de afinarse por medio del ejercicio las facultades intelectuales del hombre.
Creo que en este sentido en modo alguno puede ser aplicada la palabra cultura al mundo de los toros. Poco refimamiento hay de facultades intelectuales en este mundillo. Lo cual no obsta para que muchos periodistas y adláteres publiquen escritos sobre el tema, a veces muy bien elaborados.

Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época o grupo social, etc.
Algo podría aplicarse bajo el amparo de este significado. Se trata claramente de una costumbre, cuyo alcance social habría que calibrar y de una expresión artística que habría que reconsiderar dentro de todas las dimensiones de lo humano, la de la Verdad, el Bien y lo Bello. Hay muchas formas artísiticas que no se pueden seguir realizando hoy por muy “culturales” que sean, como las pinturas rupestres, por poner un ejemplo. No digamos ya otras formas interpretadas en su tiempo como artísticas y que eran verdaderas aberraciones humanas vistas desde la perspectiva del mundo actual, como la costumbre china de vendar los pies de las niñas hasta deformárselos, para que estuvieran bellas. Lo Bello es una invariante en el ser humano, la percepción de lo Bello es perecedera y cambiante. Esto sólo no puede justificar por sí mismo la pervivencia por tiempo indefinido la costumbre. Y la crueldad no tiene cabida en una conciencia sensible a la Red de la Totalidad.

Por último, habla el Diccionario de cultura popular: conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo. Evidentemente este sentido cae de lleno en las corridas, pero tenemos que concluir que han de tener en principio el mismo valor cultural que los bailes de las fiestas populares, por ejemplo. Y que no todas las manifestaciones populares muestran un acercamiento de la conciencia a lo Bello, o Bueno, sino todo lo contrario

Por supuesto que no todos los significados de la palabra cultura tiene el mismo valor para la humanidad y su evolución. Lo que ha conseguido la cultura en las ciencia médicas no es comparable al hecho de tirar una cabra desde el campanario de una iglesia (una costumbre popular que expresa la forma de ser de un pueblo) o que los toros embolaos de las tierras del Ebro (algo similar a lo de la cabra). Hay valores e infravalores... y todo ello cabe en el campo semántico de la palabra cultura, salvo que queramos ser ruducionistas y quedarnos sólo con lo que entendemos como bueno. Se habla y con razón de la “cultura de la guerra”. No podemos decir, por desgracia, que la guerra no sea una costumbre entre los pueblos.

No es tema de este escrito calificar la fiesta llamada nacional, así que en ello no entro. Sólo una confesión personal, que muchos conocen, yo fui muy aficionado a las corridas de toros, y durante dos años capellán de la plaza de toros de Cádiz (antes de que la derruyeran), allá conocí a toreros muy famosos de la época: Paco Camino, Rafael Ortega, Palomo Linares, El Cordobés...

Quiero recordar en estos momentos algo que dije ya en mi blog sobre el miedo existencial a la muerte, porque tiene que ver con el concepto de cultura. La cultura es la historia de lo que ha hecho la humanidad para luchar contra la muerte, para distanciarla en el tiempo. Y entre los elementos culturales de la época mágica, cuando la conciencia aún estaba en pañales, el hombre creó los sacrificios sustitutorios, cuya sombra se alarga hasta hoy en las corridas de toros, por eso también, éstas son cultura, porque son herederas de los sacrificios sustitutorios pre-neolíticos o neolíticos, pero cultura pre-neolítica, generada por una conciencia en ciernes, por una Diosa (la Gran Diosa) sedienta de sangre, generada por unos hombres que no habían abierto aún los ojos a la comunión con la Totalidad.

Por ello las corridas de toros, entiendo, son un bien cultural, o sea, son cultura que muestra algo de la forma de vivir de un pueblo, pero cultura de la época mágica de la humanidad, como pueda ser el Vudú, el animismo, los sacrificios rituales... o escribir en papiros y alumbrarse con lámparas de aceite. ¿Son un ancestro que aún sobrevive?


José A. Carmona

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